Eran tío y sobrino los campesinos inocentes linchados y quemados vivos en Acatlán

Odilón Larios Nava / @odylarios

Una turba quemó vivos a dos hombres – tío y sobrino – frente a la presidencia de Acatlán de Osorio, previamente les habían propinado una golpiza. El grupo de salvajes los acusó de ser “robaniños”, algunos otros decían que eran “secuestradores”, pero no existió ni una acusación concreta y directa. Al cierre de esta edición fuentes ubicadas en la mixteca indicaron que la gente se manchó las manos con sangre inocente.
Fue al filo de las 13:30 horas cuando alguna voz de la comunidad de San Vicente Boquerón, perteneciente a Acatlán de Osorio, señaló que los dos hombres que viajaban en una Ford, Explorer, color negro, con placas TWB9453 del estado de Puebla, habían intentado robar a tres niños. Después otras personas cambiaron la versión a que se trataba de supuestos secuestradores.
La gente comenzó a reunirse en esa comunidad y a agredir a los dos hombres retenidos. La policía municipal de Acatlán de Osorio, llegó al lugar y rescató a los hombres y la camioneta. Los trasladó a la comandancia municipal y los encerró en los separos.
Hasta la presidencia municipal llegaron cerca de 150 personas, todos ellos en actitud muy violenta. Ingresaron por la fuerza a la comandancia, abrieron las celdas, golpearon a los dos hombres que para ese momento ya estaban identificados como Alberto Flores Morales, de 56 años y Ricardo Flores Rodríguez, de 21 años, tío y sobrino respectivamente. Estos hombres, según las fuentes consultadas, eran vecinos del municipio de Tianguistengo, ubicado en aquella región.
La gente comenzó por quemar la camioneta de estas personas, que al parecer su único error fue encontrarse alcoholizados. Después de incendiar el vehículo es cuando enardecieron e ingresaron a la comandancia.
A golpes, amarrados, y arrastrando, así fue como sacaron a los dos hombres, los lanzaron por la breve escalinata. En videos que circularon en redes sociales que la turba de asesinos grabó, se observa cómo los lanzaron al suelo y de inmediato surge un hombre que les vacía botellas que contenían gasolina, inmediatamente después alguien lanza un cerillo y los cuerpos de los dos varones comienzan a arder, sin que siquiera tengan ya fuerzas para gritar.
La escalofriante escena propia de la Edad Media, no causó escalofríos a los perpetradores, todos formaron un círculo para asistir al macabro espectáculo. No conformes con ver el pavoroso hecho, muchos de ellos tomaban registro con sus celulares de como los cuerpos ardían en llamas.
Cuando el fuego estaba a punto de extinguirse, una comedida mano surgía para lanzar más combustible a las antorchas humanas, sin mostrar ningún tipo de compasión. Durante ese tiempo surgían gritos que intentaban justificar el doble homicidio, haciendo creer entre ellos que se trató de un acto de “justicia”.

VERSIONES OFICIALES
La Fiscalía General del Estado informó que se iniciaron las investigaciones del caso para dar con los partícipes de esta barbarie. Además, precisó que los dos occisos eran campesinos, y que hasta el cierre de esta edición no había indicios de que hubieran cometido un acto ilícito.
Mientras que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) responsabilizó a las autoridades municipales por no haber aplicado los protocolos de acción para casos como éste y por no haber informado a tiempo de lo que ocurría.