Erick Becerra
Centros comerciales repletos y calles abarrotadas en el Centro Histórico fue el saldo del primer fin de semana del Buen Fin y puente de la Revolución Mexicana.
En medio de la peor crisis sanitaria de la que tengamos memoria, poblanos hicieron a un lado el temor e ignoraron las recomendaciones sanitarias.
Qué sana distancia, qué 33%, qué buscar horarios menos demandados. En el primer fin de semana con salas de cines abiertos, saturaron lo mismo Angelópolis que Parque Puebla; no cabía un alma este fin de semana, incluso el lunes.
Neta que no manchen.
Entiendo, incluso promuevo el consumo responsable en restaurantes, tiendas comerciales y quizá hasta los cines, en pro de salvar el empleo y no seguir perdiendo inversiones que se han ido de Puebla y México por culpa de la inactividad económica.
Pero eso es una cosa, y saturar los comercios es otra.
Ya estoy escuchando al gobernador Miguel Barbosa este martes en su conferencia cuestionando a comercios y el comportamiento social.
Y lo peor es que no entendemos, ni comerciantes ni compradores, que mientras menos se cumplan las reglas, más lejana estará la reapertura total de la actividad económica.
Por ejemplo: ¿podría usted imaginar que reanuden actividades en jardines de fiestas, clubes deportivos, gimnasios y bares al 100% con comportamientos como el de este puente? ¿En serio?
Claro que no. Eso no ocurrirá.
Otros estados, como Durango, volvieron a semáforo rojo porque no pudieron contener la locura social.
¿Queremos volver a rojo en Puebla?
Eso parece.
Y no podemos echarle la culpa a autoridades, porque lo que vimos este puente fue pura conducta social. P.D. Les recuerdo que también se pueden hacer compras por internet.
Desde los corrillos:
La iglesia católica poblana, en particular, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez, reprobó este domingo el aborto legal.
Tiene derecho a expresarse, sin duda; y quienes piensan como él, también, pues hay Libertad de culto y de creencia.
Sin embargo, ya no hay marcha atrás. Es un derecho adquirido en el primer mundo, y México y Puebla van tarde. Ni las creencias religiosas ni conservadores ni progresistas han sido capaces de entablar diálogo y llegar a acuerdos en beneficio de las miles de víctimas de múltiples consecuencias de la prohibición del aborto.
Por ejemplo, coincido con el arzobispo en la necesidad de tener un efectivo y veloz proceso de adopción, pues ni es veloz ni efectivo. Pero el fenómeno que debe concluir en el aborto va mucho más allá de embarazos no deseados. Incluye la violación de menores de edad por sus propios familiares -en casi 100% de los casos sin denuncia- y en la violencia y machismo normalizado desde siempre en nuestro país.
Ya se avanzó con el tema de matrimonios igualitarios. Faltan más reformas como el uso de la mariguana.
2. Ya ni cómo evitar criticar a AMLO ahora por haber reconocido que se inundaron las zonas más pobres de Tabasco para evitar inundar Villahermosa.
Es el caos. La incapacidad. La insensatez. La burla. El engaño. Y junto con ellas, la mayoría aplastante de sus seguidores.
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