ONG’s critican trabajo del titular de la CEDH

Desde el Observatorio Ciudadano Laboral Poblano hemos visto que los tiempos difíciles que se viven en el estado por la pandemia de Covid-19 han exhibido una serie de irregularidades y deficiencias en la esfera del gobierno poblano.

La primera tiene que ver con el trabajo del Congreso del estado, con un mal dirigente como Gabriel Biestro Medinilla, con presunciones dictatoriales y, por otro lado, el pésimo perfil que los diputados aprobaron para encabezar la Comisión de Derechos Humanos en Puebla.

A ocho meses que asumió el cargo como presidente de la CDH, José Félix Cerezo Vélez, su desempeño ha sido mediocre y pareciera que la Comisión que defiende y garantiza los derechos humanos en Puebla se un organismo de ornato, como ocurrió en el sexenio morenovallista.

Dio “carpetazo” al caso Chalchihuapan y otorgó absoluta impunidad al ex secretario de Seguridad, Facundo Rosas y el ex fiscal Víctor Carrancá, quienes en 2014 encubrieron el asesinato del niño José Luis Tehuatlie Tamayo, quien murió por un proyectil de la Policía Estatal.

El funcionario simplemente se ha mostrado ausente de sus tareas como una manera de evadir la demanda de que se reabra el expediente Chalchihuapan.

No hubo una postura de la CDH en otros casos emblemáticos de represión, como la defensa de los 14 presos políticos de Amozoc, quienes fueron acusados por el alcalde Mario de la Rosa de los delitos de motín y daños en propiedad ajena por exigirle seguridad.

Tampoco ha dado apoyo a las familias de las víctimas de los 63 feminicidios, ni a la actual crisis en los penales del estado de Puebla por los contagios de Covid-19, quienes se encuentran desprotegidos.

Mucho menos a los policías estatales que recientemente pararon labores durante tres días para exigir mejores condiciones salariales y material de protección para enfrentar al Coronavirus.

Tampoco ha documentado el desastre que dejó su antecesor Adolfo López Badillo en la CDH, tras el proceso de entrega-recepción del organismo; ni ofreció un posicionamiento por las declaraciones misóginas del diputado Arturo de Rosas en contra de su compañera de bancada , Tonantzin Fernández.

De todos estos casos donde hay violaciones a los derechos humanos no hay un pronunciamiento de la CDH en las últimas semanas. Todos han sido soslayados.

En lugar de reivindicarse, José Félix Cerezo únicamente ha emitido antes de la pandemia dos recomendaciones, uno contra la Secretaría de Educación Pública y otra contra el ayuntamiento de Chignahuapan.

Con la llegada de la Cuarta Transformación y la austeridad republicada demandamos una limpieza al interior del organismo y desechar lo que no sirve.

Lo que nos queda es exigir la renuncia de José Félix Cerezo o la desaparición de la Comisión de Derechos Humanos del estado, por inservible.

No queremos una CDH, como sucedió en el morenovallismo, que resultó un cómplice fiel del actuar de un gobierno que resultó ser el más represor e intolerante, de las últimas cuatro décadas.

Tampoco organismos que se gastan el presupuesto del organismo y nunca dar la cara a la sociedad.

¡Que la defensa de los Derechos Humanos no es una simulación en el gobierno de Miguel Barbosa Huerta!