En tiempo real
Erick Becerra
No tengo nada en contra de partido alguno.
Mucho menos en contra de quienes se van de un partido a otro buscando las oportunidades que el anterior no les dio.
Al final de cuentas ejercen sus derechos políticos.
Allá, los partidos que los reciben. Allá, los electores si los votan.
Lo que advierto, sin embargo, es que de cara a la elección del 1 de julio próximo, ha dejado de haber lealtad de principios partidistas y las puertas se abrieron sin ton ni son.
A ver, lo que está en juego son dos narrativas en esta elección:
- Aglutinar el voto anti PRI –ofrecido por Morena, PT y PES; y por la coalición Por México al Frente –conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
- Mantener la “estabilidad” y derechos que el PRI ha conseguido en los gobiernos tricolores.
De cara a esas dos propuestas absolutamente antagónicas, los partidos de oposición hacen de todo por ganar terreno entre los electores. Y visto así, nomás no veo cómo el PRI podría contener ese voto fácil de hartazgo social o ese voto útil que promoverá el PAN.
La izquierda, supuestamente aglutinada en el bloque que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no ha definido en su plataforma cuál será su promesa o su forma de diferenciarse.
Ricardo Anaya, en cambio, tiene claro que su oferta es acabar con la corrupción generada por los gobiernos priistas.
Sin embargo, no estoy seguro de que esta propuesta discursiva le alcance a Anaya para ganar.
Porque buena parte del electorado no tiene a la corrupción entre sus prioridades.
Lo que toda encuesta arroja es que son la inseguridad, el empleo, la economía, y la falta de servicios (desde los básicos como alumbrado, drenaje, pavimento hasta los más fundamentales como salud y educación) los temas que ocupan las principales preocupaciones del pueblo elector.
Siendo así, una estrategia a la que ha recurrido Morena en el país es recibir a todos los que se están yendo del PRI, PRD, Panal y PAN para postularlos como candidatos a un puesto de elección popular.
Así vemos la lista de candidatos que hoy le comparte mi compañera Elizabeth Cervantes, integrada por expriistas, expanistas, ex panalistas e incluso personajes sin experiencia alguna en cargos públicos, pero con posicionamiento público como la conductora de entretenimiento, Nay Salvatori.
El propósito de Morena es captar la mayor cantidad de votos. Sea cual sea la estrategia.
Bueno, el colmo es postular a Napoleón Gómez Urrutia como candidato plurinominal al senado, pese a las acusaciones por enriquecimiento inexplicable del líder sindical. ¿No que están en contra de la corrupción?
Y lo que veo claramente es la ausencia de una perfilada postura política en temas que en el mundo enarbola la izquierda, tales como el consumo de mariguana para fines lúdicos, aborto, uniones de personas del mismo género y la adopción de menores por éstas.
En fin, ya que hablamos de Morena, se espera que esta semana sea relevado de la dirigencia del tricolor Enrique Ochoa Reza, o al menos pase a un segundo plano en la campaña de José Antonio Meade, dadas las acusaciones internas de que la campaña no tiene ni pies ni cabeza, además de su desafortunada y racista afirmación de llamar “prietos” a quienes dejan del PRI para irse a Morena.
Si esto ocurre, habrá que ver qué sucede con la dirigencia estatal del PRI en Puebla y el resto de estados.
Gracias y nos leemos el miércoles, y nos saludamos en redes como @erickbecerra1