Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Nada ha cambiado en Huejotzingo a dos años del asesinato de tres estudiantes de Medicina y un conductor de Uber en el sangriento Carnaval 2020.
Es más, ahora se puede decir que es más violento y sangriento.
Hace dos años los criminales que viven y operan con toda impunidad en Huejotzingo arrebataron la vida de manera violenta a los estudiantes Ximena de 25 años (Colombia), Antonio de 22 años (Colombia) y Antonio de 22 años (Veracruz), así como al conductor de Uber de nombre Emmanuel.
Se sabe que los interceptaron, los torturaron y mataron sin justificación alguna.
Derivado de las investigaciones hay tres detenidos y procesados: Pablo de Jesús de 43 años, Ángel de 23 años y Lisset de 22 años.
A los tres se les imputan los delitos de homicidio calificado y robo de vehículo agravado.
No obstante, siempre quedó la sospecha de que hubo más participantes en el asesinato de los estudiantes de Medicina y el conductor de Uber.
Por ahora, los tres detenidos entrarán ya a la etapa final del proceso legal y se espera sean sentenciados a 75 años de prisión cada uno, que es la pena máxima que se aplica a delincuentes en Puebla.
Es lo menos que merecen estos infelices delincuentes.
Desgraciadamente nada regresará la vida de las víctimas.
Y tampoco su muerte ha servido por mejorar las terribles condiciones de inseguridad que se vive en Huejotzingo.
El Carnaval quedará manchado para siempre con la sangre de personas inocentes.
Jamás debe repetirse otro episodio como el del 2020.
La alcaldesa, Angélica Alvarado, no ha tenido la capacidad de revertir la violencia en Huejotzingo.
Es más, va a dejar el municipio en peores condiciones del que lo encontró.
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