Día Mundial de la Diabetes

Mtra. Rosa María Salmerón Campos

Desde 1991 el 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes ya que la International Diabetes Federation (IFD) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo establecieron como respuesta al aumento de la preocupación por la creciente amenaza para la salud que representa la diabetes a nivel mundial. La fecha coincide con el aniversario del nacimiento de uno de los descubridores de la insulina, Sir Frederick Banting y, en el 2006 se convirtió en un día oficial de las Naciones Unidas (Resolución 61/225).

El tema central de la conmemoración de 2021 a 2023 es “el acceso a los cuidados de la diabetes”. El objetivo principal de la campaña que se realiza año con año es concientizar a la población acerca del impacto que tiene la diabetes en la salud de las personas, sirve como plataforma para promover no solo los esfuerzos que realiza la IFD sino también la importancia de emprender acciones coordinadas y concretadas con el fin de combatir la enfermedad que es un problema crítico de salud a nivel mundial.

La diabetes tipo 2 representa más del 90% de todos los casos de diabetes; es una enfermedad crónica no transmisible la cual puede desarrollarse de forma silenciosa, con síntomas que pasan desapercibidos. Dentro de los factores de riesgo que existen para desarrollarla se encuentran:

· Antecedentes familiares: tener padre, madre o hermano con diabetes

· Tener sobrepeso u obesidad

· Ser mayor de 45 años

· No realizar actividad física, lo cual contribuye al aumento de peso y a la resistencia a la insulina

· Mujeres que durante el embarazo tuvieron diabetes gestacional

El 10.5% de la población mundial tiene diabetes, se encuentra entre las principales causas de muerte y discapacidad y se estima que en 2030 afectará a 1 de cada 9 personas (640 millones). En México, la prevalencia de diabetes ha aumentado durante las últimas décadas; en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022 se reportó una prevalencia de 18.3%; de ese porcentaje, el 5.8% no sabía que tenía diabetes, lo que representa un importante reto para el control y prevención de la enfermedad ya que, cuando no se detecta y trata adecuadamente, puede provocar complicaciones graves y potencialmente mortales como: enfermedad cardiovascular, cerebrovascular, enfermedad renal, ceguera, amputación de extremidades inferiores, daño neurológico, complicaciones orales y complicaciones en el embarazo.

Considerando los factores de riesgo mencionados anteriormente, hay algunos que son modificables, es decir, está en nuestras manos poder cambiarlos de tal manera que impacten de forma positiva en nuestra salud y contribuyan en la disminución del riesgo de padecer diabetes; estos tienen que ver con los hábitos de alimentación y estilo de vida ya que, si mejoramos la selección y cantidad de los alimentos que consumimos y procuramos realizar actividad física (150 minutos de actividad de intensidad moderada a la semana), podremos mantener un peso adecuado. Para lograrlo, sería conveniente acudir con un profesional de la nutrición, quien nos orientará acerca de los cambios que debemos hacer y las metas que tendremos que lograr.

También será importante prestar atención a posibles signos de la diabetes, como sed excesiva, micción frecuente, pérdida de peso inexplicable, cicatrización lenta de heridas, visión borrosa y falta de energía; si identificamos la aparición de uno o más de estos síntomas o pertenecemos a un grupo de alto riesgo, deberemos consultar a un médico, de tal manera que nos ayude a detectar a tiempo si padecemos diabetes y nos oriente al respecto.

Mejor aún será no esperar a que aparezcan los síntomas, acudiendo a chequeos periódicos de salud.