La Auditoría Superior del Estado (ASE) de Puebla detectó un posible daño patrimonial de 822 millones 810 mil pesos al segundo año de ejercicio fiscal, de quien fuera presidente municipal, Claudia Rivera Vivanco.
Con base en el informe individual de resultados de la ASE, se explica que este daño patrimonial se cometió del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020; es decir, en el inicio de la pandemia del COVID-19 en Puebla.
Si bien se trata de un informe de resultados, el documento final y que se consulta al portal de internet del órgano fiscalizador, todavía tiene que ser avalado por los 41 diputados locales.
El documento explica que son un total e 217 observaciones, de las cuales no solventó un total de 198 enfocadas a servicio social, materiales y ministros de seguridad, mobiliario y equipo de administración, comunicación y publicidad, obra pública, entre otros.
Fue en 2020, cuando la administración de Claudia Rivera Vivanco, se caracterizó por diversos señalamientos en el desvío de recursos públicos, principalmente por la compra de 12 ventiladores de segunda mano que le rechazó el gobierno de Puebla, al no funcionar para atender a enfermos de COVID-19.
También destacan las despensas a sobre costo, además de los altos costos en diversas obras que se aplicaron en el municipio de Puebla.
