Violencia en campaña rebasa todo pronóstico

Erick Becerra

La campaña electoral que está a una semana de concluir es la más sangrienta en la historia reciente de México.
Afortunadamente Puebla no se ha contaminado de esa violencia, aunque sí prevalece violencia verbal y sobre todo disputas internas que suben de nivel particularmente en Morena.
Unos y otros se echan culpas y se advierte que no habrá solución entre las partes, pues tienen objetivos distintos.
Pero volviendo a la violencia criminal en el país, le comparto que el conteo de El Financiero ubica en 31 los homicidios cometidos sólo en lo que va del proceso electoral federal, del 7 de septiembre a la fecha.
No sólo los candidatos han sido afectados con homicidios, amenazas, atentados, sino que alcanza a sus familias, promotores al voto, seguidores y ciudadanos que se cruzaron en un mal momento en el peor lugar.
Pero hay otro dato duro que da la nota de este miércoles: que no hay un solo sospechoso detenido.
Vaya, ya ni siquiera hay sospechosos señalados o contra los que se hayan girado ordenes de aprehensión.
Parece que el Estado ha sido rebasado y la naturaleza de los ataques van desde pugnas internas hasta escarmientos de delincuentes a candidatos que no quieren pactar con ellos.
También está la hipótesis de que adversarios promueven las amenazas para inhibir la participación de algunos personajes para dejar el campo libre a sus “gallos”.
Grave es pues la situación de inseguridad en México y esa descomposición se traslada a las campañas, haciendo la tormenta perfecta.