Juegos de Azar
La terrible imagen de un niño de dos años tirado en el pavimento, con la cabeza en un charco de sangre y otros nueve lesionados más debe ser suficiente para que se actúe con mano dura contra el transporte público.
El conductor de ayer de la unidad 13, ruta 45, iba en estado de ebriedad, a toda velocidad y pasándose los altos.
Lamentablemente no es el único caso registrado en los últimos meses por parte de conductores irresponsables del transporte público que no respetan la vida de sus pasajeros, peatones y otros conductores.
Es urgente que la Secretaría de Movilidad y Transporte del Gobierno del Estado haga operativos sorpresa para ubicar a los conductores que estén bajo los influjos de bebidas embriagantes o drogas.
Es momento de actuar antes de que más personas salgan heridas o fallecidas por la irresponsabilidad de los conductores del transporte público.
