Transparencia en Riesgo

 

Autor: Maritza Mena

Si hoy Morena gobierna el país y la mayoría de las entidades federativas fue en parte al trabajo realizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).

La Estafa Maestra o la Casa Blanca fueron eventos emblemáticos que golpearon con fuerza al gobierno del entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto, gracias al rechazo que la información generó en la opinión pública, y que fue aprovechado por el partido en el poder.

El INAI es un organismo público autónomo que se encarga de facilitar y garantizar el acceso a la información pública, que nació como Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), después de luchas históricas de la sociedad por conocer información gubernamental.

Sin embargo, como hemos visto en el actuar de esta administración federal, los organismos autónomos le incomodan. El Instituto Nacional Electoral (INE) sigue bajo ataque con la serie de reformas secundarias aprobadas y fueron controvertidas, mientras que otros están inoperantes en la práctica desde hace mucho tiempo como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Algunos escándalos que se conocieron en este sexenio por la información del INAI fueron el crimen y la violencia en México, contratos de comida millonarios, las casas escondidas del titular de la Comisión Federal de electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, el desvío de decenas de millones de dólares por parte del Ejército Mexicano o Segalmex.

La información del Instituto revela que la corrupción no ha acabado, por eso se ha retrasado el nombramiento de consejeras y consejeros de dicho organismo, para que esté inoperante, por lo que se ha presentado una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que pueda sesionar con cuatro miembros.

Sin embargo, este jueves fue presentada una iniciativa por parte del presidente de la Mesa del Senado, Alejandro Armenta Mier, para eliminar el INAI y que las funciones sean transferidas a la Secretaría de la Función Pública (SFP), que además también es responsable ahora de las compras consolidadas, por lo que la dependencia parece que será el nuevo escudo de la opacidad.

Ayer mismo, el senador retiró su propuesta; sin embargo, sigue latente la amenaza no sólo hacia el INAI que representa la transparencia mexicana, sino hacia todos los organismos autónomos del país.