Toledo y Huerta

Por José Antonio de la Vega Moreno

Mauricio Toledo como Saúl Huerta, estos dos personajes de nuestra pintoresca, corrupta y enferma sexualidad política, han caído en desgracia, cada vez que se mueven se hunden más; tanto Toledo como Huerta por sus propios actos están pagando.

Si usted se pregunta si estos dos tienen cosas en común, la respuesta es si, no muchas pero si y son fáciles de detectar y desde luego describir.

Veamos.

La únicas cosas que tienen en común tanto Saúl Huerta como Mauricio Toledo, son dos, lo desaforado como diputados federales y que desde sus trincheras uno en el Partido del Trabajo y el otro en Movimiento de Regeneración Nacional, son parte de la 4T.

Lo que diferencia el uno del otro, es que uno se entregó y el otro huyó.

A Saúl Huerta la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México en el Reclusorio Oriente le ejecutó una segunda orden de aprehensión bajo el delito sexual de violación equiparada.

Mauricio Toledo se presenta se presentó voluntariamente en la Corte chilena, nada más para ratificar su dicho, ser perseguido político.

Huerta en lugar de salir de prisión irá más adentro.

Toledo brinca de gusto porque entre Chile -su país y el de sus padres- no tiene acuerdo de extradición con México.

Huerta desde su aislamiento grita ser inocente.

Toledo desde Chile, desdeña la leyes mexicanas, dice no confiar en ellas.

Estos dos personajes son todo lo contrario a lo que presume el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador todos los días desde su mañanera, que no son iguales a los neoliberales y conservadores, pero sin duda cunden en su administración.

Si la justicia mexicana no castiga, a Huerta y a Toledo, entonces, claro que no serán iguales a otras administraciones (Fox-Calderon-Peña) serán peores.

Al tiempo.

Rodrigo Abdala deja Bienestar.

En un par de años Rodrigo Abdala dejo de ser el tonto-útil para su grupo político, como para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La  súper delegación que siempre se habría marcado como un cargo de muy alta responsabilidad para alguien como Abdala,  al final, le fue arrebatada, corrido y por la puerta trasera.

Rodrigo Abdala nunca entendió la operatividad de la dependencia y mucho menos la alta encomienda que se le asignó.

Torpeza en la distribución de los programas sociales, aglomeraciones en plena pandemia de personas de la tercera edad cobrando sus cheques, mala logística en la aplicación de la vacuna, no alcanzó el objetivo del uno de agosto que era responder en la consulta popular en donde se enjuiciaban a los expresidentes.

Eso sí, negocios para sus amigos, buenos cargos para sus allegados, torciendo los beneficios para los familiares de sus amigos, y por qué no, uno que otro acuerdo ganador con presidentes municipales que se presume.

Rodrigo Abdala sale de la delegación de Bienestar Puebla corrido, sin capital político, más que con el que le pueda inyectar su tío Manuel Blartlett Díaz, peleado con gente al interior de la delegación, distanciado con la gente del Director de la Comisión Federal de Electricidad.

En Fin, Abdala deshizo las estrategias de la súper delegación e hizo añicos su poco prestigio que le quedaba.

Abdala pasó de ser el tonto-útil al tonto-inútil.

O no.