Por José Antonio de la Vega Moreno
Como empecé el año lo termino, agradeciendo a todos por haberme ayudado en las buenas y en las malas.
Ayudado en la postrimería de la enfermedad que me azotó en el último mes del 2021 y los primeros dos meses de este año que está en el ocaso.
Termina un año difícil, que me deja en el recordatorio de la vida, que lo que siembras cosechas.
Efectivamente, en la cama blanca de hospital, descubrí que lo que habría sembrado en la amistad, en lo profesional y en el entorno social da frutos y fuertes.
Termina un año difícil, donde vi la vida pasar en segundos y que hoy quisiera fueran eternos.
Sigo escribiendo, atestiguado y narrando historias, tras un año difícil.
A mis hijos Tono y Eréndira, gracias.
A mí familia, gracias.
A mis amigos, gracias.
A todos, gracias.
Puebla, no es la excepción
El último mes de los últimos cuatro años, diciembre, ha sido simbólico para Puebla, sin duda.
Dos gobernadores en funciones y uno en menos de dos años de haber dejado el poder, muertos por distintas circunstancias.
Dos gobernadores en accidente: Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.
El último gobernante de izquierda, por causas naturales, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Puebla ha resistido los embates de la calamidad política.
Puebla ha resistido el duro golpe de perder dos gobernadores.
Puebla pese a ello, es fuerte y se levanta.
Puebla vuelve a demostrar que tiene la sangre de los Zacapoaxtlas, de la familia Serdán, para que en medio de las cenizas resuelva resurgir para ser grande como hasta ahora.
Puebla tiene un nuevo gobernador en Sergio Salomón Céspedes Peregrina, que tendrá que trabajar por la unidad y la tranquilidad de Puebla y los poblanos.
Así sea.
P.D. Felices fiestas decembrinas y muy feliz año nuevo. (Volvemos el 2 de enero)
