Por Ray Zubiri
Empezaré explicando que Sísifo es un famoso personaje de la mitología de la Antigua Grecia; un gobernante ambicioso y cruel que no dudaba en utilizar la violencia para mantenerse en el poder y evitar perder influencia ante sus adversarios, lo cual lo llevó a matar a varias personas.
Además, lograba sus objetivos sin importar sobre quien pasara. Era descrito en la historia como un embaucador.
Un buen día hizo enfadar a los dioses y como castigo fue condenado a la ceguera y a empujar una roca en forma de disco enorme todos los días hasta la cima de una montaña, sólo para ver cómo ésta caía a un valle y debía comenzar de nuevo.
Esta pena impuesta a Sísifo no se basaba en el dolor físico, ni en la humillación. Se fundamentaba en experimentar en vivo y a todo color el sinsentido.
Sísifos es un documental que retrata el proceso de rehabilitación en un anexo mexicano del grupo de Alcohólicos Anónimos 24 horas Una luz en la oscuridad A. C., enclavado en el estado de Chiapas.
A través de un tratamiento basado en disciplina y fé, los residentes se embarcan en un viaje introspectivo, enfrentando sus miedos y anhelos con el deseo de renovarse. Compartir y repetir sus historias es piedra angular en su búsqueda de redención.
Sísifos muestra el día a día al interior del centro de rehabilitación. Las escenas nos dejan ver las conversaciones y los problemas que viven los internos, pero sin revictimización ni sentimentalismo.
Esto es lo que me contaron Nicolás Gutiérrez, director del filme, así como Roque y Gabriel, padrinos de internos de este lugar que opera de manera autogestionada.
Durante la charla me contaban que eligieron filmar en el anexo Una luz en la oscuridad porque es un centro con más de 20 años de existencia, cuyo fundador es una figura central en la infraestructura de rehabilitación de adicciones en su estado.
“Pasamos un mes en el anexo grabando todo el día y entrevistando a varios de los 80 pacientes que había en ese momento. Esta convivencia fue fundamental en la película por los cuestionamientos que fueron surgiendo a partir de nuestras conversaciones con ellos”, explicó Nicolás.
Y continuó: “Sin el afán de spoilear, en el anexo sólo hay hombres y la principal actividad que pueden hacer es contarse historias mutuamente. Sus narrativas giran en torno a sus vidas; es decir, en torno a sus familias, trabajos, parejas e hijos. Al cabo de meses de convivir en un encierro forzado, escuchando las memorias, repletos de culpas, arrepentimientos y verdades, se construye una intimidad que en el mundo exterior les está negada.
Dentro del anexo se puede experimentar una forma de masculinidad orientada a curar las heridas que se crearon afuera. Si esto resulta o no, es una pregunta que nosotros no podemos responder sin matices.
Santiago y yo llevamos varios años trabajando juntos. Previo a Sísifos hicimos un proyecto llamado deriva.mx, un ejercicio transmedia sobre la violencia estructural en el país.
Visitamos muchos estados y dentro de las temáticas que cubrimos estaban albergues para migrantes, casas de ayuda y distintos centros comunitarios que al final son respuestas ciudadanas a la ausencia estatal.
Así fue como llegamos a los centros de rehabilitación, espacios que de inmediato nos llamaron la atención porque reflejan la realidad nacional en un solo sitio. Santiago ya estaba interesado en desarrollar un proyecto acerca de adicciones de modo que convenimos hacer una película específica”, dijo.
“A través de las herramientas cinematográficas intentamos encontrar gestos poéticos y asociaciones que nos interesaba construir en referencia al título y la condición humana.
La estructura se basa en el programa 24 horas que tienen los anexos y que implica un encierro. En algunos momentos, a través del sonido hacemos evocaciones a la realidad exterior. Las entrevistas funcionan como un punto de quiebre para el espectador después de haberse integrado a su rutina; por medio de las entrevistas los anexados responden al público.
La pregunta obligada fue, ¿y cómo meter una cámara a un lugar donde la gente se esta recuperando? ¿Estaban conscientes de que eran filmados y de que saldrían en una película?
Entrar a un sitio donde hay pacientes inmersos en un tratamiento ya es delicado, además tratamos a personas inscritas a un programa donde el anonimato es muy relevante. Estos problemas se resolvieron cuando nos acercamos con los padrinos del sitio.
Roque y Gerardo nos guiaron para solucionar nuestras dudas teóricas.
Filmar es un acto de poder, uno tiene la cámara y el otro no. En ese sentido, buscamos hacerlo de la mejor manera.
En el día cero nos acercamos con los pacientes, les contamos nuestra idea y les dijimos que era un ejercicio totalmente voluntario. Si la mayoría no nos hubieran dado su consentimiento, no habríamos filmado” recuerda Nicolás.
“Roque y Gabriel coincidían en que la adicción es un trastorno complejo y la historia particular de cada persona es distinta, pero siempre tendrá elementos que son reflejo de la situación social del sitio en el que ocurre.
Se convierte en síntoma y consecuencia de problemas estructurales que afectan a toda una población, como la desigualdad, marginación, violencia, entre muchos otros.
En este sentido, los anexos son espacios que guardan un microcosmos representativo del exterior. No son exclusivamente sitios de tratamiento de adicciones, sino que a menudo sustituyen tareas desatendidas por el Estado y la familia. Son al mismo tiempo iglesias, hospitales psiquiátricos, hogares y cárceles.
En un país cuyo imaginario ha sido secuestrado por la narrativa de la guerra contra las drogas, resulta sorprendente que se haya omitido casi por completo la voz de sus víctimas colaterales. El deterioro del tejido social es muy claro en los testimonios que se recopilan durante el rodaje”, finalizó.
Sísifos es dirigida por Nicolás Gutiérrez Wenhammar y Santiago Mohar Volkow.
Nicolás Gutiérrez Wenhammar es director de cine, guionista y productor.
Ha realizado cinco cortometrajes (Ciudades, Dona i Ocell, Pajarero, Serra- nilla y Mil ojos me observan) y dos largometrajes (Mientras la prisión exista y Sísifos).
En 2022 publicó su primer libro: Breve historia de polvo.
Santiago Mohar Volkow es director, guionista y productor mexicano. Su primera película fue Los Muertos (2014). En 2017 fundó la productora Laredo 17, donde ha sido guionista y productor ejecutivo de las series de televisión El candidato Rayo y Mexcamgirlz.
Ha sido guionista de la serie de HBO Los detectives salvajes y de Los nadies de Apple TV. En 2020 estrenó el documental Sísifos, premiada como mejor película en el Festival Internacional d e Cine de Shanghai, y el mediometraje Lumbre”, premiado por el Centro Nacional de las Artes d e Francia en el Festival de Cine de Marsella.
El documental termina escuchando los sueños e ilusiones que ellos, así como tú y yo, tenemos y que todos luchamos por hacer realidad.
Es muy fácil juzgar y señalar con el dedo, pero, ¿y quién eres tú y quién soy yo para no estar en un anexo? Seamos empáticos viviendo, así como ellos, un día a la vez y sólo por hoy.
Te gustaría saber mas de este documental, entra a www.sisifos.mx
Buena voluntad
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