Carlos Gómez / @gomezcarlos79
En política no hay casualidad y la reunión de ayer entre el gobernador, Sergio Salomón, y la ex presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, a unas horas de su audiencia para determinar su futuro político y legal, dejan entrever que ya existe un acuerdo para evitar que la ex edil pise la cárcel y pueda participar en el proceso electoral del 2024.
Claudia Rivera sabe que tiene prácticamente perdida la batalla legal contra Jazmín Flores y su futuro político depende exclusivamente del gobernador en turno.
Con Miguel Barbosa la ex alcaldesa vivió en carne propia el error de vivir enfrentada con el mandatario en turno.
Prácticamente la tuvo en la lona durante todo su trienio y la borró del mapa político.
La muerte del gobernador, Miguel Barbosa, abrió la puerta de la cárcel a muchos de los detenidos y revivir políticamente a personajes como Tony Gali, Jorge Chedraui, y Claudia Rivera Vivanco.
Sin embargo, la ex alcaldesa ha perdido todas las batallas por la denuncia de violencia política de género que interpuso Jazmín Flores y la tiene al borde de quedar fuera del proceso electoral del 2024.
No obstante, Claudia Rivera jugó una última carta y apostó por el indulto del gobernador en turno, Sergio Salomón, y todo indica –por la sonrisa de la ex alcaldesa en la foto que se tomó con el gobernador- que logró su objetivo, vendió su alma y su capital político al mandatario y no pisará la cárcel y podrá participar en el proceso electoral, pero apoyando a Julio Huerta y, desde luego, a Gaby Bonilla.
Que nadie se sorprenda si en próximos días, Claudia Rivera declina en sus aspiraciones a la gubernatura y se suma abiertamente a Julio Huerta para ser el próximo gobernador y apoya a Gaby Bonilla para el Senado.
Claudia Rivera ya aprendió que a veces, perdiendo se gana.
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