Segundo año de labores

José Antonio de la Vega Moreno

A los tumbos y jalones llegó la administración del gobernador del estado, Luis Miguel
Barbosa Huerta a su segundo año de labores.

Un segundo año administrativamente hablando, atípico, como atípico han sido los últimos
10 meses tras la pandemia e incluso, atípico En materia de salud, pese los altibajos de la
administración en la pandemia, el gobierno morenista poblano ha sido reconocido por autoridades estatales, por sus estrategias tomadas y que resultaron en algún momento
efectivas.

Prueba de ello, la aplicación del Pacto Comunitario, el cual, establecía de manera voluntaria el quedarse en casa, lavarse las manos, ejecutar la sana distancia y lo mejor del planteamiento, acatar los decretos enviados por el ejecutivo para el resguardo o confinamiento personal de los ciudadanos poblanos.

El relejarse en estos momentos en Puebla, sería ir directo a un incremento de contagios,
muertes por Covid-19.

Se espera y se desea medidas más contundentes para evitar aglomeraciones en el primer
cuadro de la ciudad, así como en empresas, comercio, apretar aun más las actividades no
esenciales, para no permitir abrir que el próximo año, nos falte alguien.

En materia de seguridad, existe la información oficial de que se han desmantelado poco
más de 150 bandas delictivas.

Poco más de 3 mil delincuentes en las cárceles y mayor inversión en recursos para la
vigilancia y cuidado de la sociedad.

Pese a ello, falta mucho por hacer, las estadísticas nos muestran los números, los números
las evidencias de que lamentablemente no se puede ejercer mayor presión, pues la limitante en acuerdos, convenios y trabajos en conjunto con algunos ayuntamientos en materia de seguridad pública no ha sido suficiente.

La voluntad del gobernador del estado, es de erradicar la inseguridad y creo que en ese renglón se tiene que dar un paso hoy y mañana el otro.

Los poblanos merecemos vivir en paz.

Que el recorte presupuestal por parte del gobierno federal de poco más de seis mil millones de pesos no afecte al sector educativo, de salud y desarrollo social.

Promover y asentar las bases de una equidad de género sin precedentes.

Cerrar más la brecha entre autoridades estatales y municipales. Que se jale, empuje, camine, para un solo lado, para ir al mismo rumbo de crecimiento y desarrollo.

En fin, que a dos años de labores de la presente administración se puedan cambiar los
protocolos, por qué no.

Que mañana en lugar de la foto del presidente de la república, del gobernador, del
presidente municipal, del diputado a las espaldas del servidor público, esté la de su
familia, la del funcionario, para cuando vayan a tomar una decisión difícil volteen a ver la
foto, regresen a la mesa y decidan ejecutar lo mejor para México, lo mejor para Puebla.
O no.