Carlos Gómez / @gomezcarlos79
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) cada vez está más solo y cada vez vale menos como aliado político.
La renuncia de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga al PRI, es el fiel reflejo del ánimo que existe al interior de ese partido político después de perder el Estado de México.
El PRI entró a un barranco sin fondo y cada día se hunde más.
Ante este terrible escenario, vale la pena preguntar si aún servirá como un aliado real para el PAN en las elecciones del 2024 a nivel nacional y local.
Ahora parece más una carga que un verdadero aliado.
Todo eso lo debe tomar muy en cuenta el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera, ahora que varios morenovallistas, panistas y gente de Tony Gali han decidido irse con Morena.
El alcalde deberá hacer un recuento serio con respecto a la viabilidad de la alianza, sus fortalezas y debilidades y plantear una estrategia ambiciosa ante el derrumbe del PRI a nivel nacional.
Lalo Rivera deberá ir sólo con sus verdaderos aliados para intentar ganar la gubernatura a Morena y su candidato.
Se ve muy difícil, pero no es imposible.
Y lo tendrá que hacer con o sin el PRI.
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Alejandro Carvajal ensució la protesta de estudiantes de la universidad Alva Edison.
La presencia del diputado federal de Morena le quitó credibilidad a la demanda de los jóvenes y convirtió este reclamo en un acto político.
Alejandro Carvajal quería “subirse” a la demanda estudiantil para que castiguen a los policías que agredieron a un joven de la universidad.
Lamentablemente los jóvenes se dejaron manipular y su demanda perdió fuerza al convertirse en un acto político.
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Vaya agarrón se dieron Rosario Orozco y Claudia Rivera.
La viuda de Miguel Barbosa mostró un rostro que no le conocíamos al hacer una defensa férrea de la memoria de su esposo y puso en su lugar a la ex presidenta municipal, quien no termina por aceptar que el fracaso de su Gobierno fue por su incapacidad y no por supuestos ataques políticos en su contra.
Pero ella sigue sin aceptar la realidad.
Parece que ya no recuerda que la gente la repudiaba cuando era alcaldesa por encabezar el peor Gobierno Municipal de las últimas décadas en Puebla.
Claudia Rivera sigue sin aceptar que no pudo con el cargo y sigue intentando repartir culpas.
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