Se destrozarán en el PAN municipal

Erick Becerra

Las fuerzas que quedan en el PAN quieren romper lanzas para quedarse con los pedazos que dejó la elección en la que ganó Miguel Barnosa Huerta la gubernatura del estado de Puebla.
Es por ello que en la elección del próximo 25 de agosto todos los grupos están peleando por su respectivo gallo.
Lalo Alcántara lleva mano en la rebelión de las bases.
La verdad es que la ley del péndulo en el PAN parece que está inclinando la balanza en comenzar de cero, con otra cara y nada de los mismos.
El trabajo callado y ordenado que está haciendo Genoveva Huerta a favor de la militancia panista sí le ha dado resultados y parece que está comenzando a construir una nueva estructura.
Y de cara a la renovación en el nivel municipal, más vale dejar hacer y dejar pasar… tantito.
Respecto de la lucha en el PAN municipal hay que considerar que ninguno de los morenovallistas en su sano juicio quiere pelearse con el Estado. Nadie.
Y menos los grupos que quedaron tras el tsunami.
Por ello, una buena opción fresca y alejada de los grupos custodios no le vendría mal a un panismo que demostró que no puede hacer nada si no se reagrupa y regresa a sus orígenes no doctrinarios sino democráticos.
Ahora que el secretario de Educación, Melitón Lozano está limpiando la casa, revisarán los seguros contratados por dependencias como el Conalep, que durante el sismo de 2017 estaba bajo el mando del hoy aspirante a dirigir al PAN municipal, Jesús Zaldivar.
Conalep tiene 11 planteles en el estado, en los cuales hubo afectaciones en al menos tres inmuebles, sobre todo el de la zona cañera de Atencingo que quedó en estado inservible, a punto de colapsar.
Después del avalúo que hizo la aseguradora, y que cubría poco más de 80 millones por suma asegurada respecto a los 11 planteles, se determinó que el seguro debía cubrir poco más de 14 millones de pesos a favor de Conalep y la reconstrucción de planteles, sobre todo Atencingo. Existe avalúo por escrito.
Sin embargo de manera sospechosa y poco transparente, el entonces director general firmó un acuerdo con la aseguradora para aceptar únicamente 2 millones de los 14 millones que dictaminaron los peritos valuadores. Lo peor: ni un centavo de esos 2 millones llegaron al plantel de Atencingo, que no sólo sigue sin funcionar al 100%, sino que por meses funcionó con aulas móviles.
¿Por qué Zaldivar decidió hacer caso omiso del avalúo de la aseguradora? ¿Por qué rechazó 14 millones en favor de la dependencia educativa y solo suscribió el depósito de 2 millones? ¿Que culpa tienen los jóvenes del plantel para tomar clases extramuros por culpa de su entonces director general?
Sólo son preguntas.
No estoy diciendo que Jesús se haya quedado el resto ni mucho menos. Sólo son dudas que me asaltaron antes de dormir anoche.

Desde los corrillos:
El próximo lunes le compartiré una historia que no se ve bien.
Bueno, algunos ven bien pero otros… mejor.
Sólo puedo adelantarle que la historia de terror ocurre en el Issste y en al menos dos delegaciones federales: Semarnat y Conagua.
Ahora sí que, “ahí se ven”.
Gracias y nos leemos mañana.
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