Se desfonda el PRI de Puebla en la cara de Alejandro Moreno

Carlos Gómez / @gomezcarlos79

¿Qué les ofrecieron a los diputados Jorge Estefan Chidiac, Norma Reyes Cabrera, Juan Enrique Rivera Reyes, Adolfo Alatriste Cantú y Laura Zapata Martínez, para dar un golpe mediático brutal al PRI en la visita de su ex líder, Alejandro Moreno?

Evidentemente debe ser algo “muy bueno” para ellos, para dar la espalda al que hasta hace unos días era, en teoría, su candidato a la gubernatura por la alianza PRI, PAN y PRD, Eduardo Rivera, justo en presencia de Alejandro “Alito” Moreno.

El golpe fue orquestado con bastante tiempo y esperaron la presencia de Alito Moreno para exhibir a Néstor Camarillo como un líder de adorno, sin capacidad de prever la renuncia a la bancada del PRI y sin capacidad de operación política para evitar el golpe mediático y político.

El día de ayer fue de verdadera pesadilla para Néstor Camarillo y un día gris para Eduardo Rivera y una decepción más para el líder nacional del PRI, Alito Moreno, quien ya no sabe cómo evitar que se hunda su barco priista.

Sinceramente no se ve la forma en que la alianza PRI-PAN-PRD pueda hacer un frente real y competitivo para intentar ganarle a Alejandro Armenta de Morena la gubernatura.

La dupla creada por Sergio Salomón y Alejandro Armenta luce invencible en estos momentos porque cada uno hace lo que le corresponde para entregarle buenas cuentas al presidente Andrés Manuel López Obrador y su inminente sucesora, Claudia Sheinbaum.

Está claro que dejar al PRI sin operadores políticos es parte de la estrategia para debilitar a Eduardo Rivera y el golpe mediático de ayer lo consiguió.

Habría que esperar una pronta reacción de Eduardo Rivera y Néstor Camarillo, pero el precandidato a gobernador no puede perder el tiempo arreglando los problemas en el PRI.

Eduardo Rivera debe seguir su propio camino sin el aliado político que esperaba e ir con su propio partido para la más importante elección de su vida.

El reto de Eduardo Rivera es cuidar al PAN y sus operadores políticos, y no le ocurra como el suplente de Mario Riestra, Juan Manuel Colín, quien ya se sumó abiertamente a favor de Alejandro Armenta.

Ya para cerrar esta columna, sólo queda una duda: ¿hay suficiente espacio en Morena para tantos priistas y panistas que buscan subirse a ese barco?

Por lo pronto, los cinco diputados que ayer renunciaron a la bancada del PRI tienen un pie dentro de Morena.

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