¡Regresa Luis Banck, te perdonamos!

Raúl Torres Salmerón

*Parafraseando la frase que surgió en tiempos del Presidente López Portillo

La frase ¡Regresa Luis, te perdonamos todo! surgió en los tiempos de los Presidentes de la República Luis Echeverría Álvarez (LEA) y José López Portillo (JLP).

Muchos criticaron el sexenio de LEA, por sus hechos y declaraciones, pero luego de dejar la Presidencia y ocuparla JLP con sus extravagancias, inflación y nacionalización de la banca, el comentario, el grito, la pinta de paredes e incluso hasta anuncios en los periódicos era: ¡Regresa Luis, te perdonamos todo!

LEA tuvo discursos anti empresariales, apoyó a la izquierda, llamó  los empresarios riquillos, hubo fuga de capitales, al final devaluó la moneda y le dejó a JLP una deuda externa de 20 mil millones de dólares.

Peor le sucedió a JLP, quien no supo administrar la abundancia petrolera, nacionalizó la banca y dejó una deuda de 58 mil millones de dólares, más la devaluación y alta inflación.

Lo anterior viene a cuento porque aquella frase de ¡Regresa Luis, te perdonamos! es aplicable ahora a nivel municipal en Puebla Capital.

El día que tomó posesión Claudia Rivera Vivanco, escribimos que íbamos a extrañar al alcalde sustituto Luis Banck.   (https://www.e-consulta.com/opinion/2018-10-14/vamos-extranar-al-alcalde-luis-banck)

Palabras más palabras menos mencionamos que Claudia Rivera por la falta de congruencia con su discurso de campaña como dar marcha atrás en algunas promesas, no tener idea de la comunicación social y la carencia de experiencia de gobierno, así como el clamor ciudadano de que la inseguridad no se desbordara.

Ahora, parafraseando a quienes añoraban el regreso de Luis Echeverría, bien aplica el deseo de que regrese Luis Banck a la Comuna.

Baste enumerar la cantidad de baches existentes, la falta de sincronización en los semáforos, los famosos bolardos que estorban la circulación de peatones y vehículos, la pinta de las famosas cebras viales en colores en clara violación a reglamentos internacionales y un largo etcétera.

Y ya no se diga de la inseguridad rampante. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) Puebla Capital es catalogada como la ciudad del país con la peor percepción de inseguridad, con un 92.7 por ciento.

En diciembre rompió la tendencia a la baja que a lo largo de 2019 presentó la percepción de inseguridad en México. En marzo de 2019, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) reportó que el 74.6 por ciento de la población consideraba que vivir en su ciudad es inseguro.

Dicho porcentaje bajó a 73.9 por ciento en junio, y para septiembre descendió aún más, a 71.3 por ciento. Sin embargo, en diciembre se elevó a 72.9 por ciento. Las mujeres son quienes se sienten más inseguras en su ciudad, con un 77.2 por ciento, contra el 67.8 por ciento de los hombres.

La última ENSU, realizada por el INEGI en la primera quincena de diciembre de 2019, a personas de 18 años y más, reveló que Puebla Capital tiene la peor percepción de inseguridad, con un 92.7 por ciento. Le siguió Tapachula, Chiapas, con un 92.1 por ciento y Ecatepec de Morelos en el Estado de México y Uruapan, Michoacán, ambas con un 92 por ciento.

La quinta ciudad considerada más insegura es Fresnillo, Zacatecas, con un 91.9 por ciento y la sexta Tlalnepantla de Baz, del Estado de México, con un 90.9 por ciento.

Para aquellos que dicen que no es lo mismo percepción que realidad, basta acudir a la Real Academia Española y a su Diccionario de la Lengua Española, donde define la percepción como la sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos.

Por ello la frase ¡Regresa Luis Banck, te perdonamos todo, incluidos los bolardos de concreto de la Avenida Juárez!

En fin, como escribió Amado Nervo (México, 1870-1919) en su poema En el Camino:

Tú saldrás a encontrarme diligente;

de mi mal te hablaré, quedo, muy quedo…

y congregando del hogar en torno

a los viejos amigos del contorno,

mientras yantan risueños a tu mesa,

clamarás con profundo regocijo:

¡Gozad con mi ventura, porque el hijo

que perdido llorábamos, regresa!

raultorress@hotmail.com