Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Es inaceptable esperar cada 8 de marzo, cada feminicidio, cada reporte de una mujer atacada, violada o asesinada para atender un reclamo de seguridad y mayor justicia para las mujeres en México.
Más allá de los reprobables actos vandálicos que empañan las marchas, hay un reclamo unánime de miles de mujeres en Puebla y México que ya no están dispuestas a quedarse calladas ante tanta violencia de la que son víctimas todos los días en muchas partes.
Las mujeres deberían estar seguras en casa, en sus trabajos, en sus escuelas, en las calles, en los centros de diversión o donde ellas quieran estar.
Es un reto en donde todos debemos poner de nuestra parte: Gobierno, hijos, padres, esposos, madres, hermanas, esposas.
Todos y todas tenemos que generar esos espacios de seguridad para las mujeres.
Y también ellas deben cuidar más su entorno inmediato para hacerlo un espacio más seguro.
Todos y todas tenemos algo qué hacer por mejorar las condiciones de seguridad de las mujeres de Puebla.
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