Carlos Gómez / @gomezcarlos79
En cuestión de horas, la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, aplicó su mejor estrategia para llevar al terreno del diálogo el movimiento de rechazados del examen de admisión que amenazaba con crecer con un plantón en el zócalo de la ciudad de Puebla.
El estilo de la rectora es diálogo con todos los universitarios e instruyó a las autoridades universitarias para usar la ruta del diálogo con los manifestantes que ayer se instalaron por algunas horas en el zócalo.
No hay que perder de vista que detrás de los rechazados de la BUAP existen otros intereses que siempre usan la bandera del examen de admisión para buscar beneficios personales.
No hay que perder de vista que los verdaderos rechazados son apenas unos cuantos, pero el Frente Estudiantil por una Educación para Todos (FEET) es un grupo político con intereses económicos al interior de la BUAP que usa la necesidad de los rechazados para negociar intereses propios y no los de los jóvenes que no pasaron el examen de admisión.
En redes sociales, existe un rechazo casi unánime a los rechazados que pretenden lograr un lugar en la BUAP con marchas y plantones y no con estudio.
Pese a los oscuros antecedentes del FEET la rectora decidió establecer una mesa de diálogo con este grupo para atender las demandas de los verdaderos rechazados y no caer en el juego de los mañosos líderes de este grupo.
Ya veremos cómo evoluciona esta mesa de diálogo, pero por lo pronto la rectora ya abrió el camino del diálogo y no de la confrontación con el FEET.
Aunque debe quedar claro que la comunidad universitaria y la sociedad respalda a la rectora y rechaza el burdo chantaje del FEET.
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