El tan esperado debate entre los candidatos a la gubernatura de Puebla no se salió del guión esperado y salvo el apodo de Luisito Rey todo transcurrió como se preveía.
Martha Erika Alonso sorprendió a todos al comparar a Luis Miguel Barbosa con Luisito Rey, se protegió de los ataques con el discurso de la violencia de género, sacó el nombre de Rafael Moreno Valle cuando fue necesario y salió intacta del debate.
Una buena noche para la candidata del PAN que pese a los puntos vulnerables logró salir ilesa y con tintes victoriosos.
Miguel Barbosa ya sabía que sería el blanco de los ataques.
Desde el principio supo que Enrique Doger y Michel Chaín irían al debate exclusivamente a provocarlo, a tratar de sacarlo de sus casillas y hacerlo caer en errores, para hacerlo enojar o para que explotara ante las cámaras.
El candidato de Morena llegó perfectamente mentalizado para no caer en las provocaciones y respondió fuerte a Enrique Doger y Michel Chaín cuando fue necesario.
Pero no se enganchó con ellos.
No perdió su verdadero objetivo que era Rafael Moreno Valle y el morenovallismo.
Quienes pensaban que Miguel Barbosa se derrumbaría en el debate se equivocaron.
Pese a todo el bombardeo salió vivo y sigue en la pelea.
Enrique Doger Guerrero no decepcionó a nadie en su habilidad de debate.
Fue el mejor en varios momentos del debate pero quedó muy claro que cuidó en exceso a la candidata del PAN.
Sus palabras hacia la candidata no pasaron de rechazo a la continuidad pero no pueden ser comparadas con el momento en que señaló que Miguel Barbosa debería terminar su campaña en el penal de San Miguel.
El tono de las palabras de Enrique Doger hacia Martha Erika y Miguel Barbosa evidenció de qué lado está.
Y finalmente Michel Chaín fue el peor de todos.
Su papel de palero fue bastante evidente.
Dio paso al tema Audi para que la candidata lo cerrará a modo y luego se dedicó de tiempo completo a provocar al candidato de Morena.
Pero ni eso pudo hacer.
Hasta para ser palero hay que tener talento.
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