¿Qué implica un nuevo modelo educativo?

Mayra Sánchez G

Remitirnos al entorno educativo invita a repensar sobre el modelo educativo. Si bien es cierto que durante el pasar de los años y de la mano de los cambios que ha vivido la sociedad se ha tenido que adaptar el proceso de enseñanza aprendizaje, el proceso educativo, sustentado bajo los términos de enseñanza-aprendizaje debe partir de nuevas líneas discursivas. Es a partir de esta nueva situación mundial producto de la emergencia sanitaria por el COVID-19 nos invita a recordar que la educación durante diferentes épocas ha tenido que adecuarse al nuevo discurso social, recordemos que en la década de los ochenta, el orden económico de algunas naciones tuvo desafíos y ante la propuesta de la OCDE empieza a cobrar fuerza el modelo educativo basado en competencias (EBC) y que su compromiso es
“Ofrecer un marco teórico y conceptual para definir y seleccionar las competencias clave que deban tomarse en consideración en las reformas y organización de los currículos de enseñanza” (OCDE, 2002)
Este modelo busca potencializar las habilidades de los educandos para responder eficiente y eficazmente a las necesidades del nuevo orden mundial permitiendo la incorporación de los egresados en un ambiente laboral.
Ahora bien, si bien es cierto que el EBC incluye competencias genéricas y específicas, tales como las instrumentales, sistemáticas, de conocimiento, destrezas entre otras y, se busca que los contenidos educativos se orienten hacia las destrezas con las que el estudiantado pueda dirigirse hacia un mercado laboral adquiriendo conocimientos académicos que le permitan un mejor desarrollo y por ende estar acorde a los diversos puestos de trabajo, también la educación basada en competencias debe orientarse en favor de los saberes sociales, es decir, recuperar tradiciones y costumbres laborales.
De esta manera la reflexión en torno a los nuevos retos educativos implica considerar nuevos modelos no sólo educativos, sino también invita a revisar el nuevo perfil de los docentes y también de las dinámicas de los saberes internacionales, nacionales, de formación escolar, de vinculación, pedagógicos entre muchos otros.
Finalmente, debemos considerar que urge analizar, evaluar y modificar los parámetros educativos; éstos deben ver más allá de la incorporación del estudiantado en el ámbito laboral. Hoy por hoy, estamos enfrentando una crisis sanitaria donde el modelo educativo debe tener adecuaciones, se debe trabajar en temas de deserción, reprobación, rendimiento escolar, procesos de enseñanza-aprendizaje, gestión pedagógica, desarrollo de las TIC’s, adecuación de los contenidos programáticos y capacitación a los docentes, todo ello con el único objetivo de hacer del estudiantado agentes de cambio con una formación académica que les permita responsabilidad social y autonomía intelectual.

@mayrusmarus7