Carlos Gómez / @gomezcarlos79
De principio a fin del periodo de la precampaña, Alejandro Armenta lució muy fuerte.
El precandidato de Morena lució en todos y cada uno de sus eventos con inmuebles a reventar, un gran poder de convocatoria y genera esa sensación de triunfo que se necesita antes de empezar las campañas.
Ayer en San José Chiapa no cabía la gente para estar presente en el cierre de la precampaña de Alejandro Armenta.
Su discurso está perfectamente definido en mantener el camino de la Cuarta Transformación y siempre está en sus mensajes el papel de Andrés Manuel López Obrador y la doctora Claudia Sheinbaum.
Alejandro Armenta encontró la fórmula para incluir a todos los precandidatos y eso se ve reflejado en la inclusión de las estructuras.
El gran reto para Alejandro Armenta será evitar la simulación de sus aliados, evitar caer en la soberbia y celebrar antes de ganar la elección.
Por su parte, Eduardo Rivera fue de menos a más.
De una reunión virtual a un cierre de campaña con Xóchitl Gálvez y Mario Riestra.
Ayer, por fin, se vio cómodo, se notó entusiasmado, arropado por el panismo.
El evento de Ignacio Romero Vargas es el tipo de eventos que necesita Eduardo Rivera para ganar la gubernatura de Puebla.
Los recorridos en mercados, calles, reuniones con vecinos y visitas a municipios son buenas, pero no suficientes ante el poder de convocatoria de Alejandro Armenta.
Eduardo Rivera necesita dos cosas para competir realmente con Alejandro Armenta: eventos masivos y un discurso de mayor confrontación con Morena.
Eduardo Rivera debe reorganizar a su equipo, cambiar su estrategia mediática, su logística de eventos, modificar su discurso y de una vez por todas, convertirse en un verdadero candidato de oposición.
Aún tiene tiempo, pero cada vez es menos para darle una verdadera batalla a Morena y Alejandro Armenta en este 2024.
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