Poder de Mujer
Jésica Baltazares
El pragmatismo ha llevado a políticos y partidos a olvidarse de prácticamente todo aquello que les dio origen.
Lo mismo ideología que principios fundamentales, los amigos de ayer convertidos en adversarios de hoy, conspicuos cómplices a modo del poder o anhelantes de llegar a éste.
Zacatlán no es ajeno a este escenario nacional.
Citaré sólo unos ejemplos.
Carlos González de la Calleja, el eterno zavalista y aspirante a la presidencia municipal de este pueblo mágico que hoy ha decidido ir por otro color en busca de su sueño ¿o pesadilla?
Sí, el defensor de las mujeres (que no las de casa) ha emigrado con todo y su zavalismo al Partido Verde Ecologista de México, PVEM, en donde le prestarán sus siglas para ir a la contienda local.
Pero la duda mata ¿a quién vendió su alma? Porque es un hecho que no ganará la elección, sin embargo, bañado en pragmatismo ha puesto su poca estructura al servicio de alguien.
¿De Dios o del diablo?
Ya se verá. Acuérdese que se puede esconder la mano que cobra pero no la que gasta.
Otro ejemplo.
El triste caso de Andrey Ramírez Garrido, quien sin estructura, sin respaldo político y probablemente con poco presupuesto decidió registrarse en el PRI como aspirante a la presidencia municipal.
El negrito en el arroz.
Pero como en política no hay coincidencias, nuevamente regreso a la pregunta ¿de parte de quién?
¿Qué mano mece la cuna detrás del insulso personaje que pese a no radicar en Zacatlán, ni haber participado en la vida política de la región, como por arte de magia decidió levantar la mano y hacer ruido donde no era necesario?
También en breve se sabrá.
Y si bien en Nueva Alianza aún no hay definición para la presidencia municipal, voces al interior de sus filas aseguran que será una sorpresa.
En el PSI, las cosas no crea carecen de pragmatismo, la muestra es que el mentado “Amigo Nacho” (de quien prefiero omitir su nombre, así de importante es su arrastre), puede ser el próximo abanderado del partido de Carlos Navarro.
Y si hablamos de MORENA, la situación no es mejor. Juan Carlo Becerra, el hoy ex lastirista y ex priísta, fiel al pragmatismo político reflejo del México actual, se ha aferrado, como a un clavo caliente, a obtener la candidatura por este partido.
Pero no hay que ser muy hábil para saber que también una mano ajena mueve esa cuna ¿o alguien en su sano juicio consideraría que Becerra tiene estructura y sobre todo capital financiero para hacer frente a una campaña? ¿A qué amo sirve?
Y por si fuera poco, otro nombre suena en Morena, Raúl Hernández Quintero, el ex presidente municipal emanado de las filas del PAN, quien al parecer ha decidido pegar el brinco a la “izquierda verdadera”.
Uff ¿De parte de quién?
Sin embargo, todo parece indicar que ambos personajes, Becerra (¡ay pobre!) y Hernández Quintero, se quedarán con las ganas pues el zapatero Yibrán Farjat Murad -el mismo que aseguran sus allegados ya busca esposa zacateca, por aquello del arraigo- es por quien se han decantado en el partido de López Obrador para la presidencia municipal de Zacatlán.
En fin, que hasta el momento sólo un personaje, desde el silencio, con discreción, sigue trabajando con la candidatura en la bolsa. Raúl de la Llata Mier ha sorteado, por lo menos, este primer paso.
Y si bien no ha sido fácil convencer al panismo de cepa en Zacatlán, hay que reconocer que sí han logrado contenerlos y avanzar en el trabajo político a través de acuerdos.
Misoginia vestida de equidad
Y sí.
¿O cómo puede llamarse al hecho de que los esposos hayan decidido, sí, ellos, enviar a sus cónyuges a la vida política con tal de mantener el poder?
Vaya que la máxima “Si el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente” es harto aplicable en estos tiempos.
Le platico que Rosa María Nava, esposa de Lorenzo Rivera Sosa, fue designada como candidata a diputada local por el distrito 05 de Tlatlauquitepec, donde obvio, ni nació, ni creció, ni mucho menos vive.
Pero esa historia, se la cuento en mi próxima entrega.
Mi correo kiro030@hotmail.com