

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Cuando Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de México en el 2018, había una sensación de que Morena sería invencible en el 2021 porque su líder moral estaría a la mitad de su mandato y el “pueblo bueno” lo respaldaría a plenitud.
En ese 2018, la capital poblana quedó en manos de Claudia Rivera Vivanco, una mujer plenamente identificada como de izquierda y de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, algo que el gobernador, Alejandro Armenta, tiene perfectamente identificado fue el desencanto y decepción de los poblanos hacia la administración de Claudia Rivera en Puebla, de Karina Pérez en San Andrés Cholula, de Luis Alberto Arriaga en San Pedro Cholula, de Lupita Daniel en Cuautlancingo y de Toño Teutli en Coronango.
Los habitantes de la zona metropolitana que habían apoyado abrumadoramente a Morena en el 2018, en menos de tres años se decepcionaron de la Cuarta Transformación y votaron por el PAN en el 2021.
Eduardo Rivera, Edmundo Tlatehui, Paola Angón y Filomeno Sarmiento del PAN ganaron la zona metropolitana e hicieron lo impensable, al derrotar a Morena a la mitad del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Eso preocupa al gobernador, Alejandro Armenta, quien no ha dejado de señalar una y otra vez que la capital y la zona metropolitana fue abandonada por los Gobiernos del PAN y que la mega deuda del Museo Barroco también fue culpa de un panista.
Ese discurso refleja que existe una real preocupación del gobernador por un posible escenario adverso en el 2027, debido al nuevo desencanto que ya se percibe por la inseguridad, baches y falta de obras y servicios en los Gobiernos municipales en la zona metropolitana.
Morena no es invencible y el PAN y Movimiento Ciudadano lo saben.
Y el propio Alejandro Armenta también lo sabe.
Su futuro político local y nacional depende de los resultados electorales en el 2027 y no se puede permitir una derrota de Morena a la mitad del Gobierno de Claudia Sheinbaum.
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