Pobreza Nacional

Punto y aparte

En muchos momentos de la historia de México la pobreza ha sido una herramienta para perpetuar proyectos de gobierno que sólo benefician a unas minorías a costa del resto de la población.

Si se toma en cuenta que la educación representa el desarrollo y un elemento fundamental para tener derecho a una vida digna, que a su vez reduce la pobreza y la desigualdad, los resultados de la prueba PISA hablan de que nuestra nación está siendo llevada por el camino contrario.

El Gobierno de México, a través de su máximo representante, ha manifestado que la pobreza forma parte de una estrategia política.

De esta forma, se van cumpliendo los objetivos de un régimen que busca el apoyo de las clases menos favorecidas a cambio de una dádiva gubernamental. Destruir la educación suena lógico cuando lo que se busca es ampliar el espectro de respaldo.

La prueba PISA, elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), reveló recientemente que los estudiantes mexicanos obtuvieron resultados inferiores al promedio en matemáticas, lectura y ciencias.

En la conquista la educación que fue negada a los mesoamericanos que se convirtieron en esclavos permitió que los dogmas de fe fueran fácilmente aceptados en la población que no tenía más remedio que conformarse con una vida “difícil”, hasta que la independencia permitió que todos los habitantes fueran identificados como mexicanos.

Después de este movimiento las condiciones permanecieron por muchos años igual, sólo algunas minorías tenían la facultad de tener una educación que les permitiera ver el mundo de otra manera.

Posteriormente, la Revolución de 1910 fue motivada por el alto porcentaje de personas que se encontraban en el analfabetismo y por las injusticias para la mayoría de la población.

Gracias a las Misiones Culturales impulsadas por José Vasconcelos fue como la sociedad comenzó a tener una educación que le permitió desarrollarse en diversos ámbitos; sin embargo, un pueblo bien educado siempre ha sido uno de los más grandes temores de quienes toman las decisiones del país.

Durante el periodo denominado neoliberal la educación sufrió un estancamiento; no obstante, funcionaba para formar mexicanos que alimentarían los diversos sectores productivos. Ahora un gobierno de izquierda menosprecia las matemáticas, la ciencia y la lógica para privilegiar un modelo “educativo” en el que imperen ideologías políticas y de género.

Si la pésima calidad de la educación que ofrece actualmente el gobierno de México no es suficiente para exigir cambiar esta realidad, entonces debemos acostumbrarnos a que el destino inminente de los mexicanos será la pobreza.