Juegos de Azar
Poner orden en el transporte público en Puebla parece una tarea imposible, pero algo se debe hacer.
Un niño de dos años se debate entre la vida y la muerte por la culpa de un conductor borracho de la ruta 45.
El grave accidente del pasado domingo levantó una demanda generalizada de los poblanos para que se baje la tarifa del transporte público ante el fracaso del programa de modernización.
Ni hay unidades nuevas, sólo unas cuantas tienen las cámaras de seguridad, botones de pánico y sistemas GPS.
Y honestamente la inmensa mayoría de los conductores del transporte público no tienen la capacidad suficiente para ese trabajo.
No hay motivos para que los concesionarios no cumplan su promesa de modernización de unidades y mejoras reales del servicio.
Puebla tienen un pésimo sistema del transporte público y no hay forma de obligarlos a que mejoren las unidades y capaciten a sus operadores.
