Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Nada es fácil, pero tampoco imposible.
El camino que llevó a Alejandro Armenta a la gubernatura de Puebla estuvo lleno de obstáculos, pero ya llegó.
De una u otra forma jamás perdió su objetivo y en el 2018 parecía que era la mejor oportunidad y todos saben que ganó la encuesta de Morena para la gubernatura, pero se impuso la voluntad de Andrés Manuel López Obrador y esperó seis años, seis largos años en donde pasó de todo en la política de Puebla.
La vorágine que envolvió a la vida política local no fue suficiente para que el senador cambiara de objetivo.
Al contrario, el Senado le permitió a Alejandro Armenta fortalecerse a nivel nacional y recorrer todo el estado y llegar como un candidato casi imbatible a las elecciones del 2024.
Seguramente Alejandro Armenta agradeció muchas veces a Andrés Manuel López Obrador aplazar seis años su llegada a la gubernatura.
Pero todo eso ya es historia.
Este 2024 será el mejor año en la vida política de Alejandro Armenta porque se sobrepuso a una voraz contienda interna con su primo Ignacio Mier y ganó la candidatura de Morena a la gubernatura.
La campaña con Eduardo Rivera fue más fácil que la contienda interna y desde hace unos días es gobernador constitucional.
Tiene enfrente una serie enormes retos para llevar adelante su proyecto de Gobierno como es recuperar la seguridad, mejorar el sistema de Salud y llevar a Puebla a un nivel clave en el desarrollo educativo y tecnológico.
Alejandro Armenta sabe que nada es de un día para otro, pero no moverá su objetivo para cambiar la realidad de Puebla.
Está frente a la más grande responsabilidad de su vida personal y política.
Es una gran oportunidad de trascender y créame que no la va a desperdiciar.
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Este reportero se va de vacaciones unos días en esta columna.
Disfrute estos días de Navidad y que tenga un gran inicio del 2025.
Nos vemos en los primeros días de enero.
¡Que sea un gran 2025 para todos!
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