Nos indignamos por Fátima e Ingrid, ¿y qué pasa con Mayra, Patricia y Eli?

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
El enojo social está a su máximo en este país por los atroces delitos que se cometen como son el caso de Ingrid Escamilla, Fátima y otros tantos que ocurren todos los días.
No hay ninguna diferencia entre el terrible asesinato de la niña Fátima de la Ciudad de México con el de la niña Mayra y su mamá del municipio de Chietla en Puebla.
A la niña Fátima de siete años la privaron de su libertad, la abusaron sexualmente y su cuerpo lo abandonaron.
A la niña Mayra de 9 años de Puebla la violaron, la golpearon y le dispararon en más de diez ocasiones en el cuerpo cuando intentaba defenderse.
¿Cuál es la diferencia?
Ninguno.
Los dos son igual de terribles e indignantes.
Lo que ha marcado un rumbo distinto es que el caso de Fátima ocurrió en la capital del país y el caso se hizo viral a nivel nacional.
Pero el caso de Mayra debería ser igual de indignante, pero no pasó a mayores.
Antes de Fátima, el terrible feminicidio de Ingrid Escamilla encendió la indignación nacional.
Pero en Puebla estamos igual o peor.
Patricia la mujer que salió a festejar el cumpleaños número 4 de su hijo con su ex pareja y terminó asesinada y su cuerpo apareció en la puerta de sus papás en Xochimehuacán.
Y en el caso de Elizabeth que fue a dejar a sus hijos a Texmelucan con su ex pareja y fue asesinada por el papá de sus hijos.
De ellas nadie se acuerda.
O muy poca gente.
Son casi las olvidadas de la indignación colectiva.
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gomezcarlos79@gmail.com