Carlos Gómez / @gomezcarlos79
No habrá alianza del PRI y el PAN para las elecciones del 2021.
De una vez puede dar por cancelada esa opción política.
Hay muchas razones por las cuales no avanzaron las negociaciones que sí existieron hace algunas semanas, pero la arrogancia de Genoveva Huerta, líder estatal del PAN, fue el principal obstáculo.
Cuentan que los enviados de Genoveva Huerta para entablar el inicio de las pláticas con el líder estatal del PRI, Néstor Camarillo, llegaban a las reuniones con mucha, demasiada soberbia y con exageradas condiciones a favor del PAN.
Entre las condiciones que puso Genoveva Huerta, eran todas las candidaturas a alcaldes, diputados locales y federales de la zona metropolitana para el PAN.
Al PRI -por petición de Genoveva Huerta- le dejaría algunas candidaturas para gente ligada a Fernando Manzanilla como Filiberto Güevara (Izúcar), José Luis Márquez (Sierra Norte) y Paco Ramos (Totimehuacán), como las posiciones para el PRI.
Eso era todo.
El resto de las candidaturas relevantes serían para el PAN y para los cuadros destacados del PRI habría algunos espacios en regidurías, pero nada más.
Estas condiciones que puso Genoveva Huerta para arrancar la negociación para la alianza con el PRI no fueron aceptadas.
Así que nunca hubo una llamada o una reunión de Genoveva Huerta con Néstor Camarillo.
La alianza nunca pasó de un prospecto.
Así que el PRI es un partido político que puede convertirse en el fiel de la balanza ante una cerrada contienda que se prevé entre el PAN y Morena.
El PRI jugará un papel fundamental en el 2021.
Por cierto, cuentan que Genoveva Huerta sí quiere que el rector de la BUAP, Alfonso Esparza, sea candidato al 2021 pero no para la Presidencia Municipal de Puebla.
Al PAN le interesa llevarlo en otra posición.
También hay que decir que el rector no ha aceptado tal oferta porque tiene otras invitaciones de partidos políticos que aún está analizando.
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