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El Instituto Polar Noruego informó que en el archipiélago Svalbard, ubicado en el Ártico, más de 200 renos murieron de hambre debido al cambio climático en la región, cifra nunca antes registrada desde que comenzaron censar los ejemplares de esta especie.
La cifra se dio a conocer luego de una cartografía anual de la población de renos salvajes en estas islas de Noruega, cuando 3 investigadores del Instituto registraron que durante el verano 2019 al menos 200 cadáveres de cérvidos fueron encontrados, mismo que habrían muerto de hambre durante el invierno de 2018.
De acuerdo con la climatóloga e integrante del proyecto del censo, Ashild Onvik Pedersen, la “elevada tasa de mortalidad” es una consecuencia del cambio climático que se intensifica al doble en el Ártico, en comparación con el resto del mundo.
“El cambio climático hace que llueva mucho más por temperaturas más cálidas de lo habitual. La lluvia cae en la nieve y forma una capa de hielo en la tundra, lo que hace que las condiciones de pasto para los animales sean muy malas”.
ASHILD ONVIK PEDERSEN
Según los especialistas del Instituto, los renos se alimentan en su mayoría de liquen -una especie de planta entre hongo y alga-, que extraen de la nieve con sus pezuñas, sin embargo, la lluvia ocasionada por el cambio climático puede formar varias capas de hielo impenetrables para estos mamíferos, dejándolos sin alimento.
El Instituto polar explicó que los renos tuvieron que competir por la poca comida, y en esa disputa los más afectados fueron renos jóvenes y de mayor edad. Ahora, estos animales han comenzado a modificar su alimentación con algas marinas para sustituir la falta de liquen.
Los renos no son los únicos animales del Ártico que sufren los efectos del cambio climático en Noruega. El Instituto Polar Noruego refirió que cuando el hielo marino se derrite, los osos polares que se encuentran solos en témpanos de hielo corren el riesgo de morir de hambre.
Con información de AFP y CNN