El País
El fútbol mundial está de luto. Paolo Rossi (Pratto, 1956), héroe de la Italia que conquistó la Copa del Mundo en España 1982, ha fallecido la madrugada de este jueves, según han informado La Gazetta dello Sport y La Repubblica. Rossi, además, fue el ganador de la primera Bota de Oro durante el Mundial español al anotar seis goles.
Rossi fue el jugador más determinante de aquel Mundial. En la fase de grupos contra Brasil, Rossi marcó los tres goles de los italianos para la victoria 3-2 en un inolvidable partido celebrado en el estadio de Sarrià, en Barcelona. En la final, en el Bernabéu y frente a Alemania Federal, también marcó un tanto para el triunfo italiano por 3-1.
El goleador italiano labró su carrera como futbolista en el Calcio Como en 1975. También jugó para el Vicenza, el Perugia y dio un salto a la Juventus en 1981. Portó la camiseta del AC Milan durante la temporada 1985-1986 y se retiró en el Hellas Verona. Durante sus inicios, la Juve lo cedió al Como, pero allí jugaba de extremo. Fue en el Vicenza donde empezó a destacar a pesar de sus lesiones. Fabri, el entrenador del Vicenza, fue quien lo situó en la demarcación de delantero centro. Se erigió en el máximo goleador del calcio en la temporada 1977-1978 con 24 goles. Tenía 21 años y Enzo Bearzot lo llevó al Mundial de Argentina donde anotó tres goles y formó un fantástico dúo con Bettega. Italia concluyó en la cuarta plaza.
“Yo era veloz, técnico, intuitivo, trataba de anticiparme a las intenciones del compañero y robarle el tiempo al contrario”, dijo Rossi a EL PAÍS en una entrevista en 2010. “Fuimos un equipo muy fiable, que jugaba de memoria, de manera coral, como ante Argentina, Polonia, Brasil y Alemania. Tal vez la mejor Italia de todos los tiempos. La que dejó un estilo, una manera de jugar que no han dejado otros campeones”, agregó.
Escándalo y críticas
En 1980, estalló el escándalo relacionado con las apuestas en Italia, conocido como Totonero. Rossi fue culpado de ser uno de los que apostaban. A raíz del escándalo, el Milan y el Lazio fueron descendidos a la Serie B y Rossi fue inhabilitado durante dos años. Siempre defendió su inocencia y aseguró que fue víctima de una conjura. Pudo volver a jugar coincidiendo con el Mundial de España en 1982. Muchos criticaron a Bearzot por volver a contar con un jugador sin ritmo de competición. En la primera fase, Italia jugó mal, solo sumó tres puntos y dos goles y estuvo a punto de quedar eliminada. Las críticas a Rossi fueron demoledoras. “Un fantasma en el campo”, llegaron a escribir de él.
Todo cambió por completo en la segunda fase. El 9 italiano fue decisivo en la victoria ante Argentina (2-1) y fue el héroe en con su hat-trick ante Brasil (3-2), que contaba con un equipo sensacional, con Sócrates, Zico, Falcao y Eder, entre otros. Aquel partido quedó para el recuerdo. Y Rossi prosiguió el torneo con una demostración imparable. Obtuvo los dos goles en la semifinal contra Polonia (2-0) y abrió el marcador en la final contra Alemania Federal (3-1).
En 1985, firmó por el Milan. Un año después fue convocado para el Mundial, pero no pudo disputar ningún partido debido a una lesión. Tras la cita mundialista de 1986, fichó por el Verona y se retiró en 1987. Después fue comentarista de varios medios como Sky, Mediaset y Rai.
