La designación de Claudia Rivera Vivanco, como candidata a la presidencia municipal de Puebla, deja un mensaje claro: Morena le está apostando a que sus candidatos sean arrastrados por la figura del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Pero además la elección de Rivera fue una reconciliación que busca el Movimiento de Regeneración Nacional con los fundadores de este instituto político en Puebla, que quedaron fuera de las candidaturas en este proceso electoral.
Hay que recordar que el abanderado a la gubernatura fue para un ex perredista que en el pasado reciente criticaba el actuar de López Obrador, y la fórmula al senado para dos ex priistas que llegaron a Morena por esta candidatura.
Rivera Vivanco, exsecretaria de Diversidad Sexual del Comité Directivo Estatal (CDE) del partido Morena, tiene el respaldo de la militancia de Morena, pero para la sociedad poblana es una completa desconocida.
Otro factor que juega en contra de la candidata de Morena, es que su designación fue muy tardía y empieza con una enorme desventaja contra sus adversarios, es decir, del abanderado de la alianza “Por Puebla al Frente” Eduardo Rivera Pérez; por el PRI, Guillermo Deloya Cobián y del ex priista y hoy candidato del PSI Víctor Gabriel Chedraui.
Los adversarios de morena aprovecharon los tiempos de precampaña e intercampaña, para buscar posicionarse y presentarse ante los poblanos y Rivera Vivanco va también contra el tiempo y debe realizar una campaña importante de posicionamiento y no sólo colgarse de la imagen de AMLO.
Otra de las fracturas que puede impactar al interior de Morena, es Paola Migoya, quien aspiraba a la posición aunque ahora podría ser candidata a la presidencia municipal pero por el Verde, luego de que fuera sorprendida por Violeta Lagunes en la sede estatal de este Instituto Político.
El tiempo dirá si la apuesta de Morena rindió frutos de designar a una militante con arraigo al interior del partido, pero nulo conocimiento con el electorado en el municipio de Puebla, y es que en cada elección se ha manifestado que quien gana la capital gana el estado por el porcentaje de votos que representa, veremos si el apostarle a que AMLO arrastre a sus candidatos para que obtengan el triunfo fue la mejor estrategia.