Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Ahora que la aún diputada local del PAN, Mónica Rodríguez, anda repartiendo culpas por la humillante derrota de su partido debería hacer un ejercicio de autocrítica y admitir que tuvo miedo a Morena y por eso abandonó la candidatura a diputada federal en este 2024.
No hay que olvidar que en febrero pasado de manera pública declinó a participar como candidata a diputada federal por el Distrito IX bajo el argumento de que “tenía motivos personales”.
Así lo dijo en febrero pasado “En los últimos días me han surgido asuntos de índole personal y familiar que requieren de tiempo y de atención, además deseo disfrutar de esos momentos a plenitud, a pesar de ser temporales estos asuntos se empalman con el tiempo de la campaña electoral”.
Hoy sale a decir que sabía que había un supuesto acuerdo entre Eduardo Rivera y Miguel Barbosa de un “voto cruzado” en el 2021 y que se repetiría en el 2024 con Alejandro Armenta y que por eso no participó en este 2024.
La verdad es que Mónica Rodríguez le tuvo miedo a Morena y sus aliados.
Eso de que tenía información de que se usaría un supuesto “voto cruzado” es puro cuento.
Debería aprender a Guadalupe Cuautle en San Andrés Cholula quien no se rajó, se mantuvo firme y pese a que había altas expectativas de triunfo de Morena no tuvo miedo y se quedó con la candidatura y hoy es presidenta municipal electa.
Lupita Cuautle debería darle clases de valor a Mónica Rodríguez, porque hoy reparte culpas, pero ella se bajó del barco panista por miedo.
Todo lo que diga son puros pretextos, la realidad es que no tenía ninguna oportunidad de triunfo y por eso aventó la candidatura.
¿Alguien creé que ella es lo que necesita el PAN para sacar a ese partido de la crisis en la que está?
Evidentemente no, ella y su familia representan a los personajes que no permiten el crecimiento de nuevos liderazgos en el PAN, debido a que tienen miedo a perder las candidaturas plurinominales de las que tanto se han beneficiado.
** ** **
gomezcarlos79@gmail.com