El tesorero municipal, Héctor González Cobián señaló que el hoyo financiero es de casi 600 millones de pesos, de estos 200 corresponden al pago de finiquito de obra pública.
En entrevista, indicó que la anterior administración, heredó una deuda millonaria que representa una problemática para el municipio.
“Son casi 600 millones de pesos, de recurso que se dejaron en tesorería, listos para el pago, pero sin ninguna contraparte en bancos; es decir, que no había dinero suficiente para cumplir con los compromisos que dejó la anterior administración”, precisó.
En este sentido, refirió que las anteriores autoridades comprometieron los recursos de noviembre y diciembre, así como el programa de Pago Anticipado del Predial y Limpia.
“Lo más fuerte es en obra pública, estamos hablando de 200 millones de pesos, de compromisos que se dejaron pendientes”, precisó.
Agregó que de este rubro le sigue seguridad pública, administración, entre otras áreas.
El encargado de las finanzas, comentó que confían en que lleguen a tiempo las participaciones federales y que la ciudadanía pague su impuesto del predial.