Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Mario Marín Torres se ha convertido en un verdadero lastre para el PRI y sus candidatos a puestos de elección popular y en particular los últimos candidatos a la gubernatura: Javier López Zavala, Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Doger y ahora Alberto Jiménez Merino.
Hoy que está vigente una orden de aprehensión en su contra por el caso de la periodista Lydia Cacho, los priistas siguen sin entender que la presencia, imagen y el nombre de Mario Marín Torres causa rechazo casi unánime entre los poblanos.
La mala imagen de Mario Marín fue un factor clave para que Javier López Zavala perdiera ante Rafael Moreno Valle.
Posteriormente Blanca Alcalá cometió el grave error de iniciar su campaña junto a Mario Marín Torres.
Nadie quiere el regreso de los marinistas y eso parece que no lo entienden los priistas.
La presencia de Mario Marín en la campaña de Blanca Alcalá fue tan negativa que la ex embajadora no tuvo ninguna oportunidad de triunfo ante Tony Gali quien ganó con facilidad la elección.
En el pasado proceso electoral el ex candidato, Enrique Doger, no se vio tan afectado por la imagen de Mario Marín porque mantuvo una sana distancia con el ex mandatario.
Y pese a todo, el actual candidato del PRI a la gubernatura, Alberto Jiménez Merino, cometió el mismo error de Javier López Zavala y Blanca Alcalá e incluyó a Mario Marín en el inicio de su campaña.
De por sí el proyecto de Alberto Jiménez Merino no era para ganar la gubernatura, pero hoy las cosas van peor ante el escándalo de Mario Marín.
Sólo los priistas no ven la realidad o no la quieren aceptar.
El regreso de Mario Marín y su participación en la campaña de Mario Marín volverán a hundir al PRI y su candidato Alberto Jiménez Merino.
Lo increíble es que no entienden y aún lo defienden.
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