Jesús Lemus / @chucho_lemus1
Los diputados locales cumplieron un año en funciones y la mayoría de ellos, sí pasarán a la historia en Puebla, pero por no hacer nada al frente de sus curules, provocando que sigan como simples desconocidos ante el electorado que votó por ellos en 2018.
Son contados los diputados locales quienes se ponen las pilas durante esta encomienda, pero el resto, insisto, solo pasan de noche en el Congreso del Estado.
Sin embargo, esos pocos diputados que tienen buen desempeño en el Congreso del Estado de Puebla, también se caracterizan por ser unos divos de la LX Legislatura.
Arranquemos con la diputada local del Partido Encuentro Social, Mónica Lara Chávez, quien según tiene los humos muy alzados en los pasillos del Congreso de Puebla, luego de ser la nueva coordinadora de la fracción parlamentaria.
Grita a los cuatro vientos que ahora sí habrá una representación del partido en la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo, pero llama la atención que la diputada presuma experiencia política, cuando en el uso de la tribuna difícilmente puede acomodar ideas en los temas que presenta.
Alguien debería explicarle a la diputada el significado de un couching político y exposición en medios de comunicación.
A la lista de diputados divos, sumemos a la legisladora del PT, María del Carmen Cabrera Camacho, quien apenas culminó su tarea como presidenta de la Mesa Directiva del Poder Legislativo.
Hay que reconocer que sí pasó a la historia por ser la primera mujer en tomarle protesta a un gobernador entrante.
Quienes la observan en galerías del Congreso del Estado, consideran que no cumplió con su encomienda, además de que su reciente informe como presidenta de la Mesa Directiva, fue un copy-page de lo que previamente dijo el titular de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla.
También se encuentra el caso del diputado local sin partido, Jonathan Collantes, quien se siente talado por los dioses y se nota en su comportamiento en las diversas sesiones del Poder Legislativo, a las que por cierto, siempre llega tarde.
Sino me cree, solo pregúntele al diputado a qué hora llegó en la sesión del 15 de septiembre; es decir, arribó a su trabajo cuando esta culminó.
El diputado local del PRI, Javier Casique Zarate, es otro que se siente esculpido por los dioses y todo porque tiene el cobijo del líder nacional del partido, Alejandro Moreno Cárdenas.
Este flamante diputado regresó a sus andadas; es decir, falta a las reuniones de trabajo de comisiones todo por atender su responsabilidad como secretario de Acción Electoral del PRI nacional, que se ubica en Insurgentes.
Cabe señalar que entre sus correligionarios del PRI, solo esperan que Javier Casique deje la coordinación, la cual usó como trampolín político para amarrar una posición en el Comité Ejecutivo Nacional.
Estos nombres son ejemplos de lo vivido en el Congreso, donde insisto, algunos legisladores pasarán literal a la historia por no hacer nada, pero otros pasarán a la historia por ser divos en sus cargos.
Hasta aquí mi reporte.
Recuerden escribir a chucholemus58@gmail.com
LA FRASE
“El estrellato no es una profesión, es un accidente”.
Lauren Becall
