Las redes sociales en campañas políticas, no son para todos

BIEN Y A LA PRIMERA

OMAR ESPINOSA

COLABORACIÓN 17 DE ABRIL 2018

 

En el presente proceso electoral (como en todos los anteriores), se observan campañas de desprestigio, acusaciones e historias que no abonan al pensamiento positivo de los electores, ni mucho menos a la construcción de una “real democracia”, pero claro que ayudan a comprender que las contiendas políticas tienen de sí la búsqueda única de intereses personales, económicos, de partidos, de grupos de élite y hasta el final, si bien nos va, de los ciudadanos.

¿Por qué una persona se integra a la política y hace carrera para alcanzar a posterior un puesto de elección popular?

La primera respuesta que se nos viene a la mente es “por ambición” y seguramente la última “por vocación de servicio”. Y no se trata de querer hablar mal de ningún político o candidato, sino de darle contexto a lo que ya estamos acostumbrados a vivir cada vez que se nos presentan como productos, los hombres y mujeres que de alguna forma llegaron a ser postulantes a gobernantes o legisladores. Todos buscan un trabajo, sustento económico y la mayoría, eso que llaman “poder”.

Como cuando vamos a comprar a la tiendita

Tal como lo hemos hecho a lo largo de nuestras vidas cuando compramos un detergente, zapatos, ropa, sopa, cereales, un celular, cigarros o cualquier otro producto, siempre hacemos comparaciones y nos enfrentamos a reconocer muchas veces que en el pasado cometimos errores, tuvimos decepciones y nos equivocamos en la adquisición de tal o cual producto, por ello siempre insistimos hasta encontrar el que mejor nos acomode por precio, calidad y durabilidad, entre otras bondades que nos hagan sentir satisfechos. Para ello recurrimos a conocer los productos de nuestro interes por medios de comunicación convencionales, pero también y en nuestros tiempos, más por lo que se dice en las redes sociales.

Pues lo mismo sucede con los candidatos vistos como productos.

El marketing político contemporáneo señala que el uso de las redes sociales puede ser mucho más efectivo al momento de transmitir mensajes, pues la inmediatez, se puede traducir en eficiencia de percepción, misma que puede influir en las decisiones del elector, durante el tiempo que duren las campañas y por supuesto al tiempo de ir a votar; por ello es de suma relevancia saber utilizar estas herramientas tecnológicas, a sabiendas de que todo, absolutamente todo lo que somos y hacemos públicamente está registrado allí, en la Internet.

Se trata de integrar el diario acontecer de los candidatos a la vida de los usuarios en Facebook, Twitter, Instagram o Youtube, pero con orden, planeación y sobre todo sin olvidar los demás medios convencionales para darse a conocer. Es algo que no es fácil, pues el menor error puede ser utilizado por la oposición en negativo para atacar y ganar espacios. Los candidatos olvidan que son productos y que deben mostrar sus bondades positivas, lo que los defina únicos y confiables para que les adquieran.

Aquí es donde falla la mayoría de los aspirantes, pues no todas las redes sociales son iguales y no cualquiera debe sentirse apto para utilizarlas. Es importante revisar perfiles de usuarios, eficiencia en la publicación de mensajes, rapidez con la que se publique, coordinación con medios convencionales, para actuar en función de un cronograma y estrategias bien definidos, pues de lo contrario, solo se estarán enviando mensajes sin sentido y con poca eficacia comunicativa.

Las redes sociales son muy buen aliado para convencer al electorado indeciso o desconfiado, puede motivar y despertar emociones. “La clave de los mensajes estará siempre en lo emocional porque esa es la base fundamental de la toma de decisiones”, dice Daniel Eskibel, fundador de Maquiavelo & Freud, referencia mundial en psicología política.

A continuación, veamos un ejemplo del mal uso de la red social de los 280 caracteres.

Derecho de réplica.

La semana pasada la candidata del PRI en el Distrito 10 Vanessa Barahona, me pidió un derecho de réplica utilizando su cuenta de Twitter. Aquí reproduzco íntegro el mensaje que envió. (Aclaro que no hice cambio alguno ni en ortografía, ni en sintaxis):

“En mi derecho de réplica ,te digo que si tú no me has visto y que no todo lo qué hay en redes sea la realidad,no quiere decir que no esté visitando los 7 municipios, cuando gustes te comparto mi agenda semanal . Saludos”

Le respondí que con gusto esperaba su agenda en mi correo electrónico, pero nada que la recibí, lo que es una lástima, porque seguramente muchos querían saber sus actividades de campaña, ni modo, nos quedamos con las ganas de conocerlas. “ay para la otra”.

¿Y dónde está el recurso prometido?

Después del sismo del 19 de septiembre del 2017 que afecto a templos en San Pedro Cholula, el gobierno encabezado en ese momento por José Juan Espinosa Torres, se comprometió junto a su entonces también director de desarrollo social Luis Alberto Arriaga Lila, a entregar diversos apoyos económicos que iban de los 50 y hasta los 75 mil pesos para la reconstrucción de los inmuebles religiosos; pero sucede que como ya no están en la Presidencia, hoy nadie reconoce esos acuerdos, por lo que mayordomos y representantes de las iglesias están por decirlo menos, desconcertados y enojados con los que ahora son candidatos a diputado local y presidente municipal, respectivamente. Mandan decir los que se consideran hoy engañados, “que todo en su momento se cobra y que se ven el 1 de julio”.

 

Mtro. Omar Espinosa Herrera

Twitter: @OmarEspinosaH

Correo: omar.espinosa.herrera@gmail.com