La traición de la CTM

José Antonio de la Vega Moreno

El pragmatismo con que se mueve o utiliza a la Confederación de Trabajadores de México, Leobardo Soto Martínez, lo ha mantenido al frente del organismo.
Ya no defiende a los trabajadores, solo negocia a los trabajadores, en Tehuacán, San Pedro Cholula y empresas ni se diga, vamos Leobardo Soto Martínez, se ha convertido en un verdadero líder charro, de esos que aglutina organismos obreros, pero representa el interés de los patrones.
Así nuestra su rostro en los últimos 20 años.
Con el pleno corporativismo, levantó la mano al ex gobernador, Mario Marín Torres, compartió e impulsó proyecto con Rafael Moreno Valle, apoyo a Tony Galy, le aplaudió y abrazo al extinto gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta.
En la actualidad, en un claro enfrentamiento a su instituto político, el Partido Revolucionario Institucional, levanta la mano a uno de los aspirantes a la gubernatura por MORENA, al ex presidente de gobernación, Julio Huerta Gómez.
La tibieza y consecuentadora actuación de la dirigencia estatal del PRI a dicha actitud pragmática de Soto Martínez, lo deja hacer lo que le convenga y venga en gana.
Al asegurar que la CTM irá de la mano con Huerta Gómez, desacredita todo su actuar con líder cetemisma, lo desnuda tal como es a este eterno líder obrero.
Con esto indica que las prácticas del corporativismo no ha muerto o viéndolo bien, como con la decisión por así convenirle al interés de un solo hombre todo un gremio sindical irá tras ese interés.
Eso ya se terminó desde hace mucho.
En fin, la actuación de Leobardo Soto Martínez, líder de la CTM, deja claro que, las viejas prácticas políticas y corporativas al interior de MORENA están más vivas que nunca.
Además, le dice a su partido, el PRI, un año antes de la elección del 2024, que no cuenten con él, que ya está definido.
Ahora, Néstor Camarillo, tendrá que fajarse los pantalones y desafiliar a este personaje, que se vende al mejor postor, en lo político y en lo laboral.
A Leobardo Soto Martínez le importa un bledo su partido, así como sus agremiados.
O no.