La suerte de Eduardo Rivera y la caída de Mario Marín…. paradojas de la vida

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Justo en el día en que el panista Eduardo Rivera se ganó una camioneta BMW, a Mario Marín le negaron el arraigo domiciliario por lo que permanecerá preso en el penal de Cancún durante todo su proceso penal hasta que le dicten sentencia.
Vaya paradoja de la vida.
Dos personas en puntos distintos de su vida: Eduardo Rivera Pérez listo para ser el candidato del PAN, y de otros partidos políticos, para buscar por segunda ocasión la Presidencia Municipal de Puebla en este 2021, y posteriormente esperar los tiempos para cuando llegue el proceso para la gubernatura.
Del otro lado, Mario Marín Torres preso, en una celda, sin los lujos, ni los millones de pesos que ganó cuando fue presidente municipal y gobernador de Puebla.
A Eduardo Rivera la vida le sonríe.
A Mario Marín la vida le cobra sus excesos y sus errores personales y políticos.
Eduardo Rivera Pérez ya no tiene a su principal rival político como un obstáculo: Rafael Moreno Valle.
Mario Marín enfrentará a sus propios “Demonios del Edén”.
No es una cuestión de suerte (para Eduardo Rivera), ni de mala suerte (para Mario Marín), es un tema de circunstancias políticas y de pago de facturas.
El futuro inmediato de Eduardo Rivera luce prometedor porque tiene en sus manos -y del PAN- la oportunidad de competir por tercera vez por la Presidencia Municipal de Puebla y después -si hace un buen gobierno-, podría ser el candidato natural del PAN para la gubernatura en el 2024.
El futuro inmediato de Mario Marín luce como una auténtica pesadilla porque seguramente pasará muchos años en prisión.
Así que, de ahora en adelante, veremos dos historias distintas:
Eduardo Rivera en pleno ascenso de su carrera política, con la mirada puesta en el Palacio Municipal y quizá en Casa Aguayo.
Y Mario Marín preso, en su celda, quizá por muchos años.
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