Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Durante muchos años Enrique Doger, Leobardo Soto y muchos más han usado al PRI para lograr algunos beneficios personales o familiares, pero no aportan nada a su partido político.
Por eso, el anuncio del líder estatal del PRI, Néstor Camarillo, de expulsar de ese partido a Enrique Doger y Leobardo Soto, es justa y necesaria.
El ex alcalde de Puebla y ex rector de la BUAP está metido de lleno en el proyecto de Nacho Mier para que sea el próximo gobernador de Puebla por Morena.
Y Leobardo Soto apoya abiertamente a Julio Huerta para que sea gobernador de Puebla por Morena.
Su permanencia en el PRI ya no tiene sentido y su expulsión será de mero trámite, debido a que existen suficientes evidencias para sustentar esa acción.
Enrique Doger y Leobardo Soto ya no podrán sacar más beneficios, candidaturas o puestos de elección popular por el PRI en el 2024.
La militancia del PRI le agradecerá a Néstor Camarillo la expulsión de Doger y Leobardo Soto porque habrá dos espacios que puedan ocupar verdaderos priistas.
Ya se habían tardado, pero la expulsión llegará.
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