La inseguridad en Puebla (del PAN – morenovallismo a Morena)

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Culpar sólo a Claudia Rivera Vivanco de ocupar el primer lugar nacional en percepción de inseguridad es la salida más fácil para muchos, pero en el fondo lo único que hacemos es evadir la realidad.
El deshonroso primer lugar nacional en percepción de inseguridad es consecuencia de diez años desastrosos en Puebla en materia de seguridad.
La llegada de Rafael Moreno Valle (ya fallecido) y el PAN al Gobierno del Estado de Puebla fue presentada como un “cambio” que requería la entidad ante el escándalo político de Mario Marín (prófugo de la justicia) por la tortura contra la periodista Lydia Cacho.
Sin embargo, el morenovallismo abrió las puertas del huachicol en la zona del llamado Triángulo Rojo y desde entonces se potenció la inseguridad, las armas de alto poder y los robos a gran escala de combustible.
Y, sobre todo, se fortaleció a los grupos delincuenciales con mucho dinero, poder, armas y protección política como ocurrió con el caso de la banda del mercado Morelos.
Los panistas hoy se desgarran las vestiduras y acusan a Claudia Rivera y al gobernador, Miguel Barbosa, de la crisis en seguridad, pero se les olvida que realmente el PAN es culpable fundamental de todo este problema.
Las pequeñas bandas delincuenciales se convirtieron en poderosas bandas de robo de combustible como en Texmelucan, Palmar de Bravo, Acatzingo, Tecamachalco, y poco a poco llegó su poder a Puebla en el gobierno municipal de Luis Banck (también panista).
Las bandas de Cañada Morelos se fortalecieron con el dinero de los huachicoleros y creció el robo a trenes.
Las bandas que antes robaban algunos camiones de carga en la autopista Puebla – Orizaba, crecieron en los últimos años del PAN y se convirtieron en las más poderosas de la República.
En la capital poblana con el PAN se usó políticamente al grupo de El Grillo, se le fortaleció, se le protegió, en el 2018 fue un actor clave en la balacera de la elección y después fue imposible controlarlo hasta que convirtió el mercado Morelos es un fosa clandestina.
Todo este escenario fue heredado por Claudia Rivera y queda claro que no ha podido revertir la tendencia negativa de la inseguridad.
Y lo mismo pasa con el gobernador, Miguel Barbosa, que recibió un desastre en materia de seguridad de los gobiernos morenovallistas y con Guillermo Pacheco Pulido.
Hoy Morena como gobierno tiene la responsabilidad de revertir la situación, mejorar la percepción, dar resultados inmediatos y recuperar la seguridad en la capital y toda la entidad.
No se puede negar la realidad, pero tampoco podemos olvidar el pasado y los factores que nos han llevado al deshonroso primer lugar nacional en percepción de inseguridad.
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