
Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Un bebé nueve meses es la víctima mortal de la brutal inseguridad que se vive en todo el territorio poblano.
Es indescriptible el dolor de los padres, quienes fueron perseguidos por delincuentes en la carretera Ahuazotepec – Zacatlán, cuando se dirigían al Valle de Piedras Encimadas, y al negarse a detener su automóvil Jetta fueron atacados a balazos.
Los disparos dieron en la cabeza del bebé René y en la barbilla de su mamá, por lo que el padre de familia condujo desesperado hasta el hospital de Zacatlán, en donde lamentablemente el menor murió.
Ya tenemos la condena y la promesa del gobernador, Alejandro Armenta, de que habrá justicia y castigo a los responsables.

Pero no es suficiente.
Se necesita limpiar las carreteras de la Sierra Norte de Puebla de tantas bandas criminales que convirtieron a Zacatlán y Chignahuapan en verdaderas trampas mortales y por eso la gente ya no quiere ir a esos Pueblos Mágicos.
La prioridad del Gobierno del Estado, de la Fiscalía General del Estado, la Marina, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano será detener a los asesinos del bebé René.
Esa debe ser la prioridad en estos momentos.
No se puede presumir de un estado seguro, cuando una familia es atacada en el camino a Piedras Encimadas y matan a un bebé de nueve meses.

La estrategia de seguridad de Francisco Sánchez González está a prueba.
Por el momento su presencia en Puebla no ha marcado ninguna diferencia.
Estamos igual o peor que antes en materia de inseguridad.
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