Inicia el fin de un proceso para exigir un alto a las agresiones contra el gremio

 

Por Itzel Valencia

Hoy, después de un año 4 meses en batalla de un pleito legal tras haber sido golpeada junto con mi compañero Alejandro por artesanos de ‘El Parián’ puedo decir que hemos concluido la mitad del proceso.

Un proceso que jamás pensé vivir cómo afectada, como ciudadana y sobre todo como reportera.

Un proceso que como víctima me puso ante el “ojo del huracán”, que fue tormentoso, difícil y hasta lágrimas me provocó, pero que solo fue el reflejo de las leyes que tenemos en México y sobre todo en Puebla.

Hoy puedo entender el sufrir que tienen las familias cuando les matan a una hija, un hijo, un ser querido y no tienen la justicia que merece el asesino.

Hoy puedo entender porque muchas y muchos ciudadanos deciden quedarse callados y no interponer la denuncia correspondiente.

Hoy entiendo a mucha gente que he entrevistado y que me dice que sólo cuando se vuelve mediático voltean a verte las autoridades y hasta algunos legisladores se pronuncian a crear leyes o reformas enfocadas a tu caso pero después de un tiempo se les olvida.

Es triste, da coraje y sobre todo es muy difícil aceptar que cuando no es un delito grave, como lo es lesiones calificadas, se puede salir por una medida alterna, que consiste en llegar a una mediación con tu agresor.

Una mediación que muchas veces beneficia al que cometió el error y no a la víctima.

Un pago reparatorio que aunque te niegues a tomarlo, la ley, te obliga ya que es tu derecho por haber afectado tu moral.

Una mediación en la que muchas veces no se te ofrece una disculpa, que desde un principio pudo evitar un largo juicio.

Una mediación en la que quisieron verte como la mala y la culpable, y que hasta querían prohibirte hablar del tema y violar tu derecho a la libre expresión.

Al final, se logró lo que se pudo, por más resistencia que se puso no se pudo avanzar más pero que al menos, este caso quedó como evidencia de que existen las agresiones a los periodistas en Puebla.

Al menos se logró que un gremio que durante años estuvo separado se volviera a unir.

Al menos se logró que las y los ciudadanos la piensen dos veces antes de agredir a una persona, fotógrafo o reportero.

Agradezco a todas y todos mis amigxs, compañerxs, familiares, seguidores, vecinos inclusive autoridades y ex legisladores que apoyaron a seguir esta línea de justicia.

A todo el gremio local, estatal y nacional que exigió un alto a las agresiones a periodistas.

Aún faltan dos personas más por terminar su proceso, pero los hermanos, que no mencionaré, hoy empiezan su periodo de salida alterna.

Y no amigos, esto nunca lo usé por querer sobresalir, por logar una candidatura, no, fue para exigir un alto a todo lo malo qué pasa en el gremio y que confío que algún día se valorara nuestro trabajo.