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En caso de pérdida dentaria, la solución más estética y viable, a largo plazo, es un implante, el cual evita la pérdida ósea al conservar la función sobre el hueso, es más estable en comparación con coronas o puentes dentales y su duración es mayor, de 20 a 30 años, afirmó Alejandro Dib Kanán, secretario de Investigación y Estudios de Posgrado, de la Facultad de Estomatología de la BUAP, durante una plática impartida a estudiantes de esta unidad académica, para dar a conocer el procedimiento de diagnóstico y colocación de implantes en la cavidad oral.
En el auditorio Julio Glockner, el especialista en Odontología Integral abundó que el tratamiento implantológico reúne procedimientos quirúrgicos y prostodónticos, mismo que es utilizado en casos en los que el paciente presenta pérdida de dientes o está desdentado. Ante ello, el primer paso es preguntarse cómo darle una solución de acuerdo con sus necesidades.
Para un correcto diagnóstico, Dib Kanán precisó que debe considerarse la historia clínica, la cual además de ser un procedimiento legal, servirá para desarrollar todos los procedimientos de los diferentes planes de tratamiento.
Entre los puntos a considerar –dijo- está la higiene oral, las características de la mucosa (si esta es gruesa o delgada, dato aunado a la forma de los dientes), el espacio inter-arco; la curvatura del arco, ya que si esta es cuadrada resulta fácil proponer un implante, en comparación con el arco triangular. También debe tomarse en cuenta la relación de los maxilares, el soporte facial, la cantidad y calidad ósea, la línea de la sonrisa y la fonética.
Más tarde, el académico explicó brevemente el proceso de toma de radiografías panorámicas para detectar anomalías y la realización de un estudio periapical, una técnica exploratoria radiográfica intraoral para ver los ápices dentales, la punta de las raíces y la zona de alrededor de ellos, de aquí su nombre peri (alrededor) y apical (de ápice). Lo anterior, permitirá considerar los diversos aspectos que puedan intervenir en la colocación de los implantes.
Alejandro Dib recordó a los alumnos, quienes aprenden estos procedimientos desde la licenciatura, la importancia de realizar un mapeo antes de entrar a cirugía y diseñar una guía quirúrgica, puesto que el fin es que el paciente sea rehabilitado en el mismo día de la cirugía, reduciendo significativamente el tiempo de cicatrización y molestias.
Por otra parte, indicó que este servicio es proporcionado a población abierta, así como a derechohabientes de la Institución, en la Clínica de Rehabilitación, a cargo de estudiantes de la Maestría de Estomatología de esta facultad.