

Este jueves, humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los cardenales que han llegado a un acuerdo tras la cuarta votación del cónclave, la Iglesia Católica tiene un nuevo Papa.
Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo al ver la señal esperada, “Habemus Papam” será pronunciada en breve desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde el nuevo Pontífice se presentará oficialmente al mundo.
El cónclave, compuesto por 120 cardenales con derecho a voto, deliberó a puerta cerrada en un proceso marcado por la solemnidad, el secreto y la oración.
La elección de un nuevo líder espiritual marca un momento clave para la Iglesia, que enfrenta importantes desafíos tanto internos como externos.
A la espera de conocer el nombre del nuevo Papa, la comunidad católica mundial vive un momento de esperanza y renovación.