Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Cuando se haga un recuento de la exitosa gubernatura de Sergio Salomón, obligadamente debe hacerse una pausa y analizar a lo que más quiere el gobernador: su familia.
Y la piedra angular de Sergio Salomón es Gaby Bonilla.
Su historia es sólo es de ellos, el lugar y los momentos en que iniciaron su relación es un espacio exclusivo de una pareja de jóvenes en Tepeaca.
Pero lo que es una realidad, es que Sergio Salomón construyó una carrera política a partir de la fortaleza de su relación con Gaby Bonilla y de la familia que juntos construyeron.
Hoy que Sergio Salomón comenzó el andar del cierre de su administración, a la distancia Gaby Bonilla cosecha los halagos de un esfuerzo conjunto.
Ayer en Zacatlán se vivió un momento de nostalgia y plenitud por parte de la presidenta del Sistema DIF Estatal.
Centrada, sencilla y muy cercana a los grupos vulnerables, Gaby Bonilla recibió el cariño no sólo del alcalde, José Luis Márquez, y de su esposa la presidenta municipal electa de Zacatlán, Beatriz Sánchez, sino de decenas de habitantes de la Sierra Norte de Puebla.
Ayer quedó claro que el éxito de la carrera política de Sergio Salomón estuvo siempre sustentado en su pareja y su familia.
El ritual de las despedidas empezó para Sergio Salomón y Gaby Bonilla.
Pero nadie le podrá rebatir nada a los logros personales e institucionales a la esposa del gobernador.
Hoy el DIF Estatal tiene un rostro humano que se había perdido desde que Martha Erika Alonso ocupó el cargo.
El DIF Estatal de Gaby Bonilla está ajeno a las ambiciones políticas, está en manos de una mujer que sabe lo que es ganarse cada peso y cada abrazo de la gente con esfuerzo.
Gaby Bonilla deja una huella propia y profunda en la sociedad poblana.
Una mujer no sólo aportó a su esposo, a su familia, sino a toda la sociedad poblana.
Dejará un enorme reto que superar en los siguientes años.
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