

Carlos Gómez / @gomezcarlos79
La rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, jamás perdió la cabeza durante estas semanas de paro estudiantil y apostó siempre por el diálogo.
Esa fórmula durante las tres primeras semanas parecía no dar resultados, porque el conflicto se trabó por los intereses de Antorcha Campesina y otros personajes que manipulaban a los jóvenes.
Pese a que existían voces internas y externas que pedían a gritos el uso de la fuerza para recuperar las instalaciones de las Facultades tomadas, la rectora siempre mantuvo la calma.
Evidentemente la figura de Lilia Cedillo se vio afectada en estas semanas de paro, pero el tiempo le dio la razón, debido a que ella reconoció la legitimidad de las demandas de los estudiantes.
Otro de los factores que siempre valoró la rectora fue el hecho de que los directivos, maestros y trabajadores académicos jamás se sumaron al paro y eso le dio la fortaleza y tiempo a la rectora para concentrarse en las demandas de los estudiantes.
Una vez que se reanuden las clases presenciales el próximo miércoles vendrá otra etapa sumamente importante para poder cumplir con los compromisos con los estudiantes.
Por el momento aún hay tiempo para que Lilia Cedillo evalúe o no participar en la sucesión para la Rectoría.
Ella es la única que tendrá que tomar la decisión y deberá valorar lo ocurrido previo y durante el paro de estudiantes.
Tiene el apoyo de los académicos, trabajadores administrativos y de la mayoría de los estudiantes.
Pero el paro obliga a todos hacer una profunda reflexión para determinar el futuro de la BUAP y de la propia rectora.
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