Carlos Gómez / @gomezcarlos79
Es cierto que existe una veda electoral, pero es momento de que el gobernador de Puebla, Sergio Salomón, y los diputados locales en funciones hagan una revisión urgente de lo que está sucediendo en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La ejecución de un mando medio de la SSP en Peri Plaza es un hecho grave, no sólo por el asesinato de Adán “N”, sino porque este policía estatal estaba suspendido por presuntos actos de corrupción y las investigaciones apuntaban al tráfico de personas y al robo del transporte de carga.
¿Le suena el caso?
Pues en febrero pasado tres policías estatales en funciones y uno que fue dado de baja fueron detenidos por el robo de un camión de carga en el Periférico Ecológico, mientras daban protección a un grupo criminal.
Esto evidentemente ya no es una casualidad.
Tampoco fue un hecho fortuito la manta con la que amenazaron a la directora del penal de San Miguel, María del Rayo Farfán, en el inicio de este mes y antes de la primera semana fue atacada a balazos muy cerca del C5 del Periférico.
Habrá que preguntarle al titular de la SSP, Daniel Iván Cruz, qué pasa en la dependencia que está a su cargo.
¿Hasta dónde la policía estatal ya está infiltrada por los delincuentes?
Los poblanos necesitan una policía estatal confiable.
Pero los hechos recientes no dicen que ya no es así.
Lamentablemente algunos delincuentes ya operan con uniforme.
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